Tras el éxito de la serie que Hulu empezó a ofrecer en 2017 y que se encamina a su tercera temporada, la novela distópica The Handmaid’s Tale, publicada originalmente en 1985, se volvió un éxito de ventas. Por eso, la noticia de que este año aparecería una continuación de esta obra generó enormes expectativas y volvió a poner en el centro de atención a la canadiense Margaret Atwood, su autora.

The Testaments, la tan esperada secuela, salió a la venta la semana pasada y ya lleva vendidos más de 120.000 ejemplares en sus diversas ediciones; en nuestro idioma la publicó la editorial española Salamandra. Además de la curiosidad que despierta en tanto continuación de una historia que culmina de manera ambigua, la nueva novela de Atwood está nominada al Premio Booker, uno de los más prestigiosos en lengua inglesa, que se entregará dentro de dos semanas.

Aunque Atwood no era la favorita para ganar el premio, el lunes el novelista Matthew Sperling publicó una foto en la que, en un escaparate de una librería londinense (sin especificar cuál), se ve a The Testaments con un pegotín que reza “ganadora del premio Booker 2019”. “Se suponía que todavía no podían usar el sticker, muchachos”, escribió Sperling. Los organizadores del premio se apuraron a aclarar que el jurado todavía no falló.

El mundo de El cuento de la criada es el de una sociedad teocrática y ultrapatriarcal, en la que las mujeres están absolutamente subordinadas a tareas de servicio. Versión pesimista del avance religioso en Estados Unidos, la trama se desarrolla en una nación rebautizada como Gilead.

La historia de The Testaments comienza 15 años después del final de El cuento de la criada. Las narradoras ahora son tres: dos hijas de la protagonista original, Offred (una que permanece en Gilead y otra que consiguió escapar a Canadá), y la feroz tía Lylin, supervisora de las criadas. De algún modo, lo que cuenta la nueva novela es el derrumbe de un régimen autoritario.

Hasta hace relativamente poco tiempo Atwood, prolífica narradora, ensayista y polemista, se había negado a considerar una secuela de El cuento de la criada, pero las últimas derivas de la política internacional la hicieron cambiar de idea. Consultada por sus razones, Atwood le dijo a Oprah Winfrey la semana pasada: “Consideré la idea mucho tiempo y luego la rechacé porque no me parecía que pudiera hacerlo. Pero luego se me ocurrió una manera distinta de continuar la historia, no la de Offred, sino la de Gilead. En The Handmaid’s Tale se nos dice que Gilead no duró, tal como nos dicen en 1984 que el mundo de 1984 no duró mucho, así que sabemos que no fue un régimen eterno. Se terminó, pero no se nos dice como. Lo mismo con Gilead: sabemos que ya no existe 200 años en el futuro, pero no sabemos cómo se extinguió. Quería explorar el comienzo y el fin de Gilead. Como dijo [Winston] Churchill: ‘No es el fin, ni siquiera el principio del fin, pero es el fin del principio’. Por eso quería explorar el fin del principio y el principio del fin. ¿Cómo se vino abajo el régimen? La idea me fascinaba”.

En la misma entrevista Atwood admitió que, si bien empezó a escribir la secuela antes del éxito televisivo de la novela original, el suceso llevó a acelerar el trámite editorial. La plataforma Hulu, por su parte, ya adquirió los derechos de autor de The Testaments.