Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Es muy significativo que Luis Lacalle Pou tenga en su agenda de hoy reuniones con el PIT-CNT y con Un Solo Uruguay (USU), dos movimientos sociales que levantan propuestas integrales y contrapuestas para el país. En la percepción popular, el presidente electo y la coalición que lo apoya están bastante más cerca de los “autoconvocados” que de la central sindical; en la vida real, es probable que el próximo gobierno no deje del todo conformes a ninguna de las dos organizaciones.

En la agenda con el PIT-CNT estará, por supuesto, el tema de las negociaciones salariales. Desde la campaña electoral, Lacalle Pou ha insistido en que es preciso “flexibilizar” los mecanismos actuales, para que los laudos asuman diferencias entre las empresas, relacionadas con su tamaño y también con su ubicación geográfica. Los sindicalistas afirman que esto ya es contemplado con los procedimientos actuales, y que sería inconveniente debilitar el principio general de los laudos por rama, ya que esto conduciría a un aumento de las diferencias entre trabajadores que realizan la misma actividad.

También se abordará la cuestión de la importante reducción del gasto estatal prometida por el presidente electo. Este asegura que se puede lograr evitando “despilfarros”, pero el PIT-CNT, y en particular los sindicatos de empleados públicos, están entre quienes temen que apele a recortes de personal, deterioro de las condiciones laborales y debilitamiento de programas con gran importancia social. En este asunto es claro que la central sindical y USU tiran de la cuerda en direcciones opuestas, ya los “autoconvocados” sostienen que el Estado, para financiar estructuras y tareas desmesuradas, desangra al “país productivo” con impuestos y tarifas. Este relato tiene puntos de contacto con lo que sostiene el ministro designado de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte, y también es un hecho que parte de los integrantes de USU se volcaron hacia Cabildo Abierto, pero (como lo sabe bien el FA) una cosa es demandar desde la oposición y otra, muy distinta, asumir responsabilidades de gobierno.

Pocos desean que el triunfo de Ajuste Fiscal en el Gran Premio Ramírez de ayer sea un adelanto de lo que vendrá, pero quienes trabajan para elaborar el programa del Frente Amplio (FA) para el próximo gobierno departamental de Montevideo consideran posible que haya recortes en políticas sociales durante los próximos cinco años. Por lo tanto, prevén que quizá la Intendencia de Montevideo (IM) deba retomar tareas en ese terreno, que fueron desarrolladas de 1990 a 2005 y, desde entonces, asumieron en gran medida los gobiernos nacionales frenteamplistas.

Estas perspectivas no descorazonan a quienes quieren ser candidatos a la IM por el FA, y ocupar el principal cargo ejecutivo que está al alcance de esa fuerza política. Ayer se supo que hay un aspirante más: el actual director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, que el año pasado se alejó del Partido Socialista, pasó a integrar el sector Plataforma y se presentó a las elecciones nacionales dentro del sublema Progresistas.

Hasta mañana.