Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Los cambios de gobierno pueden ser oportunidades para la búsqueda de soluciones a viejos problemas, aunque no hay motivos para descartar que ocurra lo contrario, y que algunas situaciones, en vez de mejorar, se agraven. Un ejemplo es el de los desalojos abusivos de familias pobres.

Ayer se colocó una placa de memoria para dejar constancia de la expulsión, durante la dictadura, de cientos de personas que vivían en los barrios Sur y Palermo. Se disgregaron comunidades, afectando su continuidad cultural, y los desalojados terminaron en condiciones aun peores. En los últimos años, proyectos estatales han promovido el regreso al barrio Ansina de parte de las víctimas, pero mientras tanto otra gente pobre –a menudo inmigrante– ha vivido dramas similares, estafada o atropellada por el afán de lucro.

Por su parte, representantes del Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) expresaron ayer, tras una reunión con las futuras autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), su confianza en que el próximo período será de “buena relación” con el gobierno. El SAQ no sólo ha tenido problemas con el MSP, sino también con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y la cuestión es que el regreso a “los viejos tiempos” para los cirujanos y anestesistas no significa necesariamente un avance para el resto de los actores en el sector de la salud (que incluyen, por supuesto, a los usuarios).

Mientras tanto, no parece que el pasaje del gobierno nacional a la oposición vaya a implicar que en el Frente Amplio (FA) se revierta el proceso que alteró uno de sus postulados fundacionales. Al comienzo, y en los primeros años posteriores a la dictadura, los frenteamplistas se preciaban de presentar candidaturas únicas a los cargos ejecutivos electivos. Hoy eso es obligatorio para las postulaciones partidarias a la presidencia de la República, tras la reforma constitucional de 1996 (a la que se opuso, en ese momento, la mayoría de los dirigentes del FA), pero en las elecciones departamentales la coalición de izquierda fue aceptando tener más de una candidatura a las intendencias, en un proceso que culminó cuando en 2015, por primera vez, adoptó esa práctica en Montevideo. Ahora se anuncia, como la cosa más natural, que habrá hasta tres postulaciones para la alcaldía de cada municipio capitalino.

Por último, y pese a los avances en la “agenda de derechos”, una difusión de audios que comenzó en Melo muestra que algunas prácticas se agravan de modo alarmante con el auxilio de la tecnología. Una mujer que, según se afirma, tiene la desgracia de ser portadora del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es escrachada en todo el país, con abundantes comentarios sobre su vida privada, y se la presenta como un peligro público, sin considerar la posibilidad de que haya tomado precauciones para no transmitir ese virus. El intendente de Cerro Largo presenta una denuncia por considerarse difamado e injuriado en esos audios, pero mucho más grave que el daño al honor del jerarca es, obviamente, el causado a la presunta portadora de VIH, por la difusión de datos que deben ser confidenciales.

Hasta mañana.