Tal como se preveía, el cambio climático es uno de los temas que están generando más polémicas en la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) en el balneario de Davos, Suiza. Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, definió la alerta por el calentamiento global como un “catastrofismo climático”. “Ni bien bajé del avión, me puse a contemplar estas hermosas montañas nevadas y llegué a la conclusión de que el calentamiento global no existe. Si el planeta estuviera tan caliente, sería imposible ver un espectáculo así”, vaticinó en su discurso ante el WEF.

El primer ministro británico, Boris Johnson, coincidió con el diagnóstico de Trump. “Comprendo que alguien que no esté viendo esta nieve pueda creer que el planeta se está calentando, pero deben creernos: aquí hay realmente muchísimo hielo”. El presidente francés, Emmanuel Macron, consideró, sin embargo, que la teoría de que el planeta no se está derritiendo es “absurda”, aunque reconoció que es posible que haya algo de “catastrofismo” al respecto. “No vamos a negar el derretimiento de los polos y el consecuente aumento del nivel de los mares, aunque también es cierto que aquí estamos a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar. O sea que si el mar sigue creciendo, lo peor que puede pasar es que el agua caliente haga que se derrita la nieve, pero de ahí a que exista algún tipo de riesgo de que el agua nos tape hay una distancia muy grande”.