Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

“Las autoridades sanitarias hacen un especial pedido a la población a reducir los círculos de contacto social, el tiempo de las reuniones, al uso permanente de los tapabocas, distanciamiento físico, ventilación e higiene. Sin utilizar medidas restrictivas en la movilidad social, la prevención personal es la única herramienta para reducir el aumento de contagios”. Este texto precedió ayer al informe diario sobre covid-19 del Sistema Nacional de Emergencias, y no se trata de un detalle menor.

Se registraron récords de casos nuevos (95) y del total de casos activos (629) por segundo día consecutivo, debido a una dinámica que era previsible: los brotes detectados previamente determinaron cuarentenas bajo monitoreo de una cantidad considerable de personas, y en un porcentaje de ellas se comprobaron contagios.

Diagnosticarle covid-19 a alguien que ya está en observación y cuya circulación social ya se ha restringido no es un problema por sí mismo, y el número de personas en cuidados intensivos sigue bajo. Lo que más debe preocupar es que la cantidad creciente de casos pone a prueba la capacidad de rastrear contactos previos en cada uno, y con ella la capacidad de contener la transmisión social.

Las autoridades exhortan a un aumento de las precauciones, y esto no es lo mismo que reiterar la necesidad de adoptarlas. Además, señalar que la prevención personal es la única alternativa sin “medidas restrictivas en la movilidad social” es casi advertir que esas medidas pueden ser el plan B si la “libertad responsable” deja de dar buenos resultados.

En lo referido a la expresión de demandas y protestas estudiantiles, las medidas restrictivas han sido el plan A de las autoridades, que hasta ahora retiraron carteles y cubrieron con pintura las inscripciones en veredas. Ayer, en el liceo Zorrilla de Montevideo, el gremio de estudiantes decidió sentarse sobre estas para preservarlas, y habrá que ver si el Codicen es capaz de apostar a la libertad responsable.

Es probable que Cabildo Abierto no sea el único integrante de la coalición de gobierno que desea la destitución del fiscal de Corte, Jorge Díaz, pero eso no es el plan A ni el B, porque requiere una mayoría de tres quintos en el Senado, con la que el oficialismo no cuenta. La misma mayoría es necesaria para designar a un sucesor, ahora o cuando termine el mandato de Díaz, en abril de 2022.

Por lo tanto, lo único viable es la negociación política, y ya se empezó a recorrer ese camino, en busca de un entendimiento que abarque también nombramientos en la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

En lo referido a la reforma del sistema de seguridad social, es muy pronto para hablar de alternativas. Lo que está desplegado es un conjunto de variables que deben ser manejadas en la negociación.

Por último, la Cámara de Industrias no ve necesidad de considerar un plan B. Percibe que los propósitos del gobierno están alineados con el interés empresarial y espera que se concreten cuanto antes, entre otras cosas mediante disminuciones de tarifas e impuestos, y mayores facilidades para el pago de salarios por debajo de los laudos generales.

Hasta el lunes.