La Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (URSEA) publicó este lunes el primer informe con la nueva metodología del Precio de Paridad de Importación (PPI), que pasará a ser a futuro la referencia para el valor de los combustibles. Según este reporte e información complementaria proporcionada por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el precio del litro de gasoil al público está 6,38 pesos por encima del PPI y el del litro de nafta Súper 95 es 1,36 pesos más elevado.

Esa diferencia es la brecha entre la importación teórica y el precio en surtidor que fija el Poder Ejecutivo, o también puede verse como el sobrecosto que pagan los consumidores. “Es una referencia de un combustible competitivo”, dijo una fuente del gobierno.

A partir de la aprobación de la ley de urgente consideración (LUC) se disparó un proceso para actualizar el cálculo del PPI que realiza la URSEA, ya que se dispuso que dicho informe será “preceptivo” para tomar una decisión sobre el valor de las tarifas. Es decir que desde 2021 el valor teórico de importación será la referencia del Poder Ejecutivo y los precios al público deberán tender al PPI.

Según dijeron a la diaria fuentes del MIEM, la prioridad inicialmente pasará por reducir la brecha que existe en el gasoil. También explicaron que en enero el gobierno analizará el tema de las tarifas de los combustibles y se definirá un esquema de transición hasta que entre a regir completamente el nuevo esquema. Una opción, por ejemplo, sería que el precio al público de naftas y gasoil se fije mientras dure la transición por el PPI más un porcentaje a definir.

Lo otro que tendrá en cuenta el gobierno para resolver sobre el valor de los combustibles será el informe financiero de ANCAP, que ya adelantó que llega a este nuevo proceso con un nivel de endeudamiento “muy alto” y previendo pérdidas en el año por 70 millones de dólares por la diferencia del tipo de cambio.

Los números del PPI corresponden a valores de mercado a octubre y la incorporación posterior del resto de las variables son datos aportados por el MIEM. Esto último tomando en cuenta que el resto de la cadena de suministro de combustibles no sufrirá variantes. Como informó la diaria, se encuentra trabajando una comisión de expertos designados por el gobierno que realiza una “revisión integral del mercado de combustibles”, debiendo presentar el MIEM los resultados de esta instancia al Parlamento a fines de enero. Luego pueden dispararse cambios vía decretos o un proyecto de ley que modifique el actual esquema en torno a los combustibles.

Los números de la nueva referencia teórica

El cálculo de la URSEA, en línea con las nuevas disposiciones, cuantifica el precio del litro de combustible para un importador teórico hasta que sale de la planta de ANCAP, esto incluye la compra del crudo, los fletes internacionales y seguros, la operativa portuaria, la distribución primaria, el margen del importador y la mezcla con biocombustibles —por ley se debe mezclar la nafta con bioetanol y el gasoil con biodiesel, debiendo ser ambos de producción nacional—, que implica un sobrecosto de 1,8 pesos por litro. Contabilizando todos estos ítems, se llega a PPI ex planta sin impuestos de 17,54 pesos el litro para la nafta y de 16,93 pesos para el gasoil. La URSEA previamente había puesto en consulta estas variables y recibió algunas críticas por parte de ANCAP.

Luego deben sumarse 26,39 pesos de tasas e impuestos que se aplican a las naftas, y 4,59 pesos por igual rubro al gasoil más 3,48 pesos para el fideicomiso que subsidia el boleto. De esta manera, se llega a un precio teórico previo a que el combustible ingrese en la distribución secundaria —distribuidoras y estacioneros— de 43,94 pesos para el litro de nafta y de 25,01 pesos para el litro de gasoil.

El resto de la cadena queda por fuera de la órbita de ANCAP y entra dentro del mercado que está estudiando la comisión de expertos que creó el MIEM. Siguiendo con el desglose, para llegar al precio final de los combustibles hay que incluir el margen de las distribuidoras y los estacioneros (8,54 pesos para las naftas y 6,42 pesos para el gasoil), una tasa que se paga a la URSEA y la tasa inflamable que se paga a la Intendencia de Montevideo (0,56 pesos por litro), el costo del flete (0,56 pesos) y el IVA del gasoil. Incorporando todas estas variables se llega al precio final al público de 54,95 pesos para el litro de nafta y de 34,02 pesos para el litro de gasoil.