Un ministro del Tribunal de lo Contencioso Administrativo que suele recibir muy buenos regalos en el Día del Padre reconoció que para este año tiene “bajas expectativas”. “En general ligo tremendos regalos, porque mi hija gana más de 100.000 pesos, pero sospecho que este año la cosa va a venir medio chaucha”, declaró el magistrado, que hasta diciembre tenía a una hija trabajando como asesora en su despacho, pero no renovó su contrato tras un reclamo de la Junta de Transparencia y Ética Pública.
El magistrado adelantó que está considerando la posibilidad de pedir al Estado una compensación por el “perjuicio material” que le generó esta medida. “Desde hace años para el Día del Padre recibo una laptop nueva, una caña de pescar comprada en Estados Unidos, un Rolex o algo por el estilo. Este año, como mucho, espero recibir una conservadora de Tienda Inglesa con un pack de seis cervezas Pilsen adentro. Y ni siquiera de las grandes, sino de las chiquitas. Creo que el Estado tiene que darme una compensación por esta diferencia”, opinó.
El ministro explicó además que su situación, al igual que la de dos magistrados que también tuvieron que cesar a sus hijas, “es peor de lo que parece, porque en los cumpleaños de ellas ya no vamos a poder hacer los regalos que solíamos hacer, sino que van a tener que ser cosas mucho más caras, porque van a estar cortas de plata y no van a poder comprarse cosas lindas”.