Alfredo Clavijo fue director de la Guardia Republicana durante cuatro años. El 1º de marzo dirigió el operativo de la ceremonia de cambio de mando, que incluyó a 1.400 policías y fue hasta ahora uno de los despliegues de seguridad más grandes del país. Con el cambio de gobierno fue cesado.
Luego de recibir esa noticia, Clavijo, uno de los 32 comisarios generales –grado máximo– de la Policía, no recibió una propuesta formal sobre cuál sería su nuevo destino de trabajo. Según pudo saber la diaria, el ex jerarca policial le transmitió al ministro del Interior, Jorge Larrañaga, que “dado el nuevo escenario” prefería quedar por fuera de la institución. Clavijo considera que su trabajo podría ser resistido por las nuevas jerarquías policiales designadas –la mayoría de otra generación, 20 años mayor que él y con otras concepciones sobre el trabajo policial–, y así se lo transmitió al ministro.
Tras el cese, el intendente Christian di Candia lo pidió en comisión para que cumpla funciones en la Intendencia de Montevideo (IM). Larrañaga, a quien se remitió el pedido, aceptó el pase y lo firmará en las próximas horas. En la IM se espera que coordine el cuerpo de policías eventuales. Son 200 funcionarios que dependen de la comuna. También se espera que apoye en otras tareas asociadas a la seguridad. El operativo de seguridad del Montevideo rock, que tendrá lugar el 14 de marzo, sería el primero que dirigirá.
Otros casos
Además de Clavijo, deja la Policía Ana Sosa, que dirigía el Centro de Comando Unificado (CCU). El CCU está integrado por tres grandes áreas: el área de videovigilancia, el 911 y la Dirección de Monitoreo Electrónico (Dimoe).
Hasta ahora, el análisis criminal que determina el accionar del Programa de Alta Dedicación Operativo (PADO) se hacía desde el CCU. Desde ahí, junto al director nacional de Policía, se indicaba el despliegue de este patrullaje especializado. Se determinaba dónde se deben posicionar los recursos en base al análisis criminal. Ahora no se basarán en estas herramientas y se dirigirá desde las jefaturas de cada departamento, según anunció ayer Larrañaga, en el marco del “primer megaoperativo” de su gestión, que incluyó el patrullaje de 80 motos en Canelones. Sosa fue reemplazada por Gonzalo Larrosa, quien fuera director del Instituto Nacional de Rehabilitación. Larrosa había sido cesado de ese cargo tras el homicidio de una persona privada de libertad en el Penal de Libertad. Di Candia también pidió a Sosa para que cumpla funciones en la IM. Su rol sería aportar en el centro de monitoreo de cámaras que tiene la comuna.
Otro de los pases que estuvo sobre la mesa fue el de Henry de León, que estaba a cargo de la Dirección Nacional de Educación Policial, anteriormente conocida como Escuela Nacional de Policía. Esta institución logró el año pasado el reconocimiento universitario y eliminó el régimen de internado, además de limitar el abuso de la violencia como parte de la formación. De León finalmente se quedó en la institución y asumió la Dirección General de Fiscalización de Empresas, que es la dirección que controla a las empresas de seguridad privada.