Más de 250 personas fueron detenidas este viernes en Argentina por haber violado el aislamiento preventivo y obligatorio decretado el jueves por el gobierno de Alberto Fernández. Según el recuento de los medios argentinos, la mayoría de estos casos de incumplimiento fueron denunciados por vecinos o incluso familiares, que advirtieron que estas personas no estaban cumpliendo con la cuarentena.

La medida fue adoptada con el objetivo de evitar que la propagación del virus se produzca a tal velocidad que sature el sistema de salud pública. De acuerdo con el Ministerio de Salud argentino, este viernes se diagnosticaron 30 nuevos casos de Covid-19 en el país, con lo que se llega a un total de 158 casos desde la aparición del primero, el 3 de marzo.

Un kiosco abierto en Buenos Aires con medidas para reducir la propagación del coronavirus.

Un kiosco abierto en Buenos Aires con medidas para reducir la propagación del coronavirus.

Foto: Ronaldo Schemidt, AFP

Las imágenes aéreas tomadas por los distintos medios de comunicación mostraban que por Buenos Aires circulaban pocos vehículos y que en la calle había pocas personas. La mayoría de ellas esperaban ómnibus, que previamente habían reducido su frecuencia para desmotivar la circulación de personas, lo que tiene como efecto adverso un aumento de las aglomeraciones.

Aun así, jerarcas de los distintos niveles de gobierno y profesionales de la salud advertían este viernes que parte de la población no obedece las disposiciones, al igual que cuando comenzaron las cuarentenas en otros países. Coinciden, además, en apuntar que es necesario un cumplimiento más estricto para enlentecer la propagación del virus.

De acuerdo con los diarios argentinos La Nación y Clarín, un diagnóstico similar es el que hizo el gobierno central de la primera jornada. A raíz de eso, se adoptaron dos decisiones: reforzar los controles y ampliar las excepciones al aislamiento, para garantizar que quienes circulen sean exclusivamente quienes puedan hacerlo. “La realidad de las primeras horas de 'aislamiento social, preventivo y obligatorio' ha demostrado la necesidad de incorporar otras actividades y servicios con carácter de esenciales con el fin de mitigar los efectos ocasionados por las medidas adoptadas”, indica un decreto emitido anoche con las nuevas excepciones.

En el decreto original las excepciones incluidas eran las de funcionarios estatales, provinciales o municipales, y de trabajadores de los sistemas de salud, de las fuerzas de seguridad, así como los vinculados con la producción de alimentos y fármacos, los medios de comunicación y las industrias del petróleo (en producción y distribución). Entre las que se agregaron están los trabajadores de centrales nucleares, los hoteles que están al servicio de emergencia sanitaria, el sistema bancario y financiero y otras áreas de actividad económica. En todos estos casos se trata de que se mantenga únicamente una dotación mínima de trabajadores que permita su funcionamiento.

Otras de las nuevas excepciones surgieron de lo que manifestaron las personas que salían a la calle este viernes sin estar habilitadas para hacerlo. Entre ellas están los servicios de entrega a domicilio de los restaurantes, locales de comidas preparadas y de comida rápida, y los “ministros de los diferentes cultos” que acudan a domicilio a “brindar asistencia espiritual”.

A nivel comercial, desde la madrugada del viernes pueden funcionar en Argentina únicamente los comercios de cercanía que vendan alimentos, medicamentos o artículos de higiene y limpieza. La ampliación emitida anoche, que incluye a los restaurantes y similares, no los habilita para abrir sus puertas, sino solamente a repartir a domicilio.

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