“Lo que estamos dando es más garantías: más estudios y más garantías; eso es lo que cambió, en definitiva”, resumió el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, respecto del cambio en los sistemas de medición que su cartera comenzará a llevar adelante a partir de ahora.
Lo de Salinas fue la respuesta a una pregunta en la conferencia de prensa en la que se presentaron los datos sobre los casos de Covid-19 en Uruguay, luego de que ayer circulara un documento de la División Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MSP), al cual accedió la diaria. “Dada la situación epidemiológica actual en referencia a Covid-19, con demostración de circulación comunitaria y múltiples cadenas de transmisión, se hace necesario un cambio en la estrategia de vigilancia”, decía el texto, y agregaba que esta estaría “dirigida a la identificación de los casos que requieran internación y casos graves, la identificación de cambios en el comportamiento del evento y la identificación y caracterización de brotes”; también recordaba la importancia de “dirigir esfuerzos para la preservación de quienes desempeñan tareas para la respuesta nacional multisectorial coordinada”: personal de la salud, policías, bomberos y militares.
Según el documento, si bien el Departamento de Laboratorios de Salud Pública (DLSP) continuará admitiendo muestras de personas que presenten una “infección respiratoria aguda grave, fiebre, síntomas de enfermedad respiratoria baja (tos, disnea, aumento de frecuencia respiratoria)” y requieran internación sin etiología conocida, se dedicará a fortalecer la “vigilancia centinela” que hace el DLSP desde 2015 en tres centros de Montevideo y tres del interior para monitorear los casos de IRAG y enfermedades tipo influenza. A ellos sí se les hará confirmación laboratorial (es una forma de corroborar qué virus circulan).
Ese documento fue enviado a los prestadores de salud y llegó a la prensa. Lo que se daba a entender, en síntesis, es que el DLSP dejaría de hacer los test diagnósticos de quienes tuvieran síntomas (no graves) y creyeran haber tenido contacto con personas con Covid-19 durante los 14 días previos. Pero según Salinas, el cambio no es como se interpretó. Por el contrario, afirmó que ahora se testeará a “todos aquellos casos que tienen una sintomatología florida y que el médico determine”. “Un caso positivo es el demostrado por el test diagnóstico”, ilustró.
El ministro dijo que el gobierno se ha preparado para duplicar esta misma semana los tests y triplicarlos la que viene.
La demanda de test diagnósticos superó las capacidades del laboratorio del MSP, que estaba en condiciones de procesar entre 80 y 100 muestras diarias. Según informó la semana pasada Jorge Facal, infectólogo e integrante del comité de expertos que reunió el MSP, hasta el 16 de marzo el laboratorio sólo estaba pudiendo responder a 10% de las solicitudes. Otros laboratorios privados comenzaron a hacer el test, y también se habilitó a tres mutualistas. Una es el CASMU, pero, según explicó a la diaria Juan José Areosa, secretario del Consejo Directivo de la institución, la limitación son los reactivos. “Tenemos la tecnología para hacer el diagnóstico; lo que nos falta son los reactivos”, dijo, y transmitió que tiene entendido que llegarán a fin de mes.
Carlos Cardoso, presidente de la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), declaró a la diaria que estos diagnósticos comenzarán a hacerse mañana en el Sanatorio Americano. A su vez, días atrás Salinas había dicho que el MSP estaba haciendo gestiones con ASSE para que los laboratorios de los hospitales Pereira Rossell y Maciel pudieran incorporar estos análisis. Por tanto, es de suponer que las instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud asumirán la tarea de diagnosticar a sus usuarios.
Como alternativa a la importación de test diagnósticos, una de las grandes apuestas son los que están elaborando los investigadores del Institut Pasteur y de la Universidad de la República (Udelar). Según publicó ayer El Observador, Salinas aprobó el lunes la técnica creada por los científicos, y se estima que a partir de la próxima semana puedan hacerse 1.000 diagnósticos por día.