Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Este año está claro que al final de la Semana de Turismo no “llegará el último ciclista”, marcando la reanudación plena de actividades. Ni siquiera partió el primero, no hay ambiente para entonar una canción de acento jubiloso, y nadie sabe todavía cuándo volverá al país algo parecido a la normalidad, o cuánto cambiarán nuestras nociones de lo que es normal.

Por lo pronto, es obvio que la contracción de la actividad económica será importante cuando llegue el momento de hacer un balance de 2020, y el instituto Uruguay XXI prevé que los efectos de la emergencia sanitaria en los niveles de producción, gasto de los hogares, inversión privada y comercio internacional determinarán que “la economía mundial tendrá uno de los peores años de las últimas décadas”, que las perspectivas para América Latina “son preocupantes”, y que en nuestro país, incluso con una hipótesis de rápida recuperación (“con una caída abrupta pero transitoria de los niveles de actividad económica”), se puede esperar “una pérdida de aproximadamente 2,5 puntos del Producto Interno Bruto en 2020”.

A estas previsiones se suma que (como se veía venir antes del 13 de marzo, debido al alza de la cotización del dólar) se mantiene una tendencia inflacionaria fuera del rango establecido, que seguramente se verá reforzada por los aumentos de tarifas que rigen desde el primer día de este mes, y por la notoria suba de varios precios desde que se declaró la emergencia sanitaria.

En el muy corto plazo, de todos modos, lo más importante en la semana que comienza no será la preocupación por la evolución de la economía en los próximos meses, y muchísimo menos la clasificación por equipos en la Vuelta Ciclista, sino la necesidad de mantener conductas sensatas que prevengan el contagio por desplazamientos interdepartamentales. Por eso, y además de los esfuerzos para pedirle a la población que se comporte de manera responsable, las intendencias de los departamentos sureños estaban adoptando ayer medidas para cortar el ingreso a las playas.

También, en el terreno de las inquietudes diarias, es evidente que hubo una descoordinación entre las autoridades y los prestadores de salud acerca de los criterios para aplicar test que detecten el contagio del nuevo coronavirus, que se prevé remediar en una reunión a la hora 9.00 del martes en la Torre Ejecutiva.

Mientras tanto, se definió, según se había anunciado, la ampliación del seguro por covid-19, de modo que abarque a los trabajadores de la salud no dependientes, entre ellos nada menos que gran parte de quienes se desempeñan en emergencias móviles o las ambulancias de mutualistas.

Quienes piensen que hay demasiados desajustes operativos y politizaciones oportunistas en lo referido al manejo de esta crisis en Uruguay, pueden mirar la situación con un poco más de perspectiva si tienen en cuenta algunas cosas que están pasando en Argentina, donde la reapertura de los bancos llevó a un incumplimiento generalizado de la cuarentena, y se desarrollan movidas partidarias para exigirle al presidente Alberto Fernández que rebaje su sueldo.

Hasta mañana.