Una de las propuestas de la ley de urgente consideración (LUC) que ingresará mañana en el Senado es elevar de 4.000 dólares a 100.000 dólares el tope para transacciones que se pueden hacer en efectivo. Desde el gobierno reconocen que este cambio podrá generar algunas dificultades para Uruguay en materia de lucha contra el lavado de dinero, pero afirman que traerá ventajas en otros ámbitos. “Es cierto, a lo mejor terminamos entrando en la lista gris de paraísos fiscales, de la que se salió durante el gobierno anterior. Pero no hay que olvidar que gracias al gobierno anterior también entramos en la lista gris que tienen los narcotraficantes y en la que incluyen a los países que ponen trabas para el lavado de dinero”, explicó una fuente del equipo económico del gobierno. “Si se aprueba la LUC, vamos a salir de esa lista gris y Uruguay va a recuperar algo del prestigio que tuvo hasta hace algunos años como lugar de acogida de capitales de origen turbio”, agregó la fuente consultada.

En el gobierno reconocen que la obligatoriedad que se mantendrá para utilizar medios electrónicos en transacciones mayores a 100.000 dólares “es un obstáculo grande para que Uruguay vuelva a ser considerado un paraíso fiscal completamente seguro, pero, por otro lado, con la crisis económica que se viene, esa plata va a alcanzar y sobrar para comprar un apartamento de lujo en Punta del Este. El dinero turbio va a volver a fluir casi casi como en los viejos tiempos”.