El 28 de abril la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) celebra el Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo y en distintos medios de comunicación se suele ver a especialistas del trabajo comunicando sobre el diseño de nuevos elementos de protección personal, sobre luchas o conquistas de los trabajadores, sobre cifras comparativas de accidentes laborales, sobre los riesgos corporales a la exposición de gases, vapores, polvos, ruidos, etc pero lo que es menos frecuente de ver es a los especialistas de la salud mental en el trabajo hablar de las enfermedades psicológicas profesionales. Quizás una de las razones tenga que ver con que los trastornos mentales y del comportamiento fueron incorporados a la lista de enfermedades profesionales de la OIT recién en 2010.

La Psicodinámica del Trabajo, en la que me especialicé durante los últimos siete años, es una disciplina reciente en las Ciencias Sociales y se dedica al análisis clínico y teórico de las relaciones entre trabajo y salud mental. Las investigaciones en dicha disciplina se enfocan en identificar las condiciones laborales en función de las cuales la relación psíquica en el trabajo evoluciona hacia la patología o por el contrario se beneficia hacia la construcción de la salud mental.

A la hora de intervenir desde este marco de referencia, en la clínica del trabajo individual vamos a hacer hincapié en la singularidad de la relación subjetiva del trabajador y su trabajo, es decir, cómo la centralidad del trabajo repercute en la globalidad de su personalidad y en su forma de vincularse con la pareja, hijos, amigos, etc.

En las intervenciones colectivas, somos muy respetuosos del estudio minucioso de las características principales que hacen a la esencia de cada profesión. Luego de analizar en detalle la demanda, una de las condiciones sine qua non de intervención en psicodinámica del trabajo es la creación de un grupo de trabajadores voluntarios que se comprometan a participar del encuadre de trabajo y nos permitan conocer su universo laboral, nos permitan crear las condiciones para pensar en conjunto cuáles son las dificultades a las que se confrontan y cuáles son las condiciones que permiten que la organización del trabajo funcione.

Desde esta perspectiva y en el contexto actual de emergencia sanitaria nuestro foco de interés estará puesto en saber, por ejemplo: ¿cuáles son las estrategias colectivas de afrontamiento que están elaborando los trabajadores de la salud, las mujeres docentes y los psicólogos?

¿Cómo hace el personal de la salud para lograr hacer un trabajo de calidad a pesar del aumento progresivo de muertes y el hecho de convivir con el temor a la falta de recursos y al posible contagio a colegas y familiares?

¿Cómo hacen las docentes mujeres para lograr un equilibrio psicológico al intentar conciliar los trabajos doméstico, de cuidados y asalariado permaneciendo en el mismo espacio físico durante 24 horas?

¿Cómo hacen los psicólogos para darle continuidad a su trabajo al confrontarse a lo real del trabajo que les impone atender a sus pacientes de forma no presencial?

De la Psicopatología a la Psicodinámica del Trabajo

En 1980, cuando el psiquiatra y psicoanalista francés Christophe Dejours publica el libro “Trabajo: Desgaste Mental” este tuvo repercusiones muy polémicas ya que puso en tela de juicio la pregunta medular que se hacían los especialistas en Psicopatología del Trabajo de la época. Estos últimos se cuestionaban acerca de las condiciones laborales que hacían enfermar a los trabajadores y Dejours cambió el paradigma existente al cuestionarse cómo hacen los trabajadores para sobrellevar “lo insoportable” del trabajo y no enfermarse.

Luego de analizar durante 40 años varios terrenos de investigación, él y su equipo de investigación en Psicodinámica del Trabajo han logrado constatar que el trabajo transforma a las personas y que cuando el trabajador se confronta a lo real del trabajo, se enfrenta al miedo, al fracaso, a la culpa, a la duda, pero a su vez cuando se experimenta este sufrimiento, esta sensación displacentera y enigmática desde un punto de vista psicológico, está comprobado científicamente que es el punto de partida para movilizar la inteligencia y crear en conjunto alternativas insospechadas.

En definitiva, quizás una forma de generar salud mental en el trabajo sería pensar cuáles son las condiciones laborales que permiten que un trabajo de calidad sea compatible con el trabajo humano.

Las estrategias colectivas de defensa o estrategias colectivas de afrontamiento en el trabajo son aquellas formas de equilibrios, de lazos de cooperación que crean los propios trabajadores para evitar la descompensación psicológica o la enfermedad provocada por el trabajo.

La salud mental del personal de la salud en tiempos de coronavirus

Lo que aparece como lo real del trabajo para el personal de la salud es que no solo no pueden responder a la consigna del “quédate en casa” sino que a la carga laboral cotidiana se le agrega la carga emocional del temor a la muerte y al contagio.

Si bien en nuestro país se han previsto protocolos de acción facilitando líneas gratuitas de atención psicológica para que los trabajadores de la salud puedan poner en palabras sus miedos, ansiedades y angustias, los propios trabajadores también pueden crear condiciones complementarias de salud mental, al generar estrategias colectivas de afrontamiento, al compartir las dificultades de lo que implica confrontarse a lo real del trabajo, al dejar a un lado viejos rencores personales, poniendo al trabajo que los une en un lugar central.

“Compañeras, nos tenemos”

Por otro lado, en una nota de la diaria del 9/4/20 Stephanie Demirdjian mostraba el testimonio de profesoras feministas que están elaborando estrategias colectivas de defensa al servicio de darle continuidad a sus trabajos.

A partir de mi propia experiencia como docente puedo decir que, para poder hacer un trabajo de calidad a la hora de educar, se necesita de calma mental para poder respetar los tiempos psíquicos que implica aprender para transmitir. Ese trabajo requiere, como decían el colectivo de profesoras feministas, del trabajo invisible y no remunerado de planificación de clases, corrección de las tareas y actualización pedagógica.

Este colectivo de profesoras, ante el sufrimiento que despierta la actual emergencia sanitaria movilizaron su inteligencia y bajo la proclama “Compañeras, nos tenemos” estrecharon lazos de cooperación entre ellas, creando carpetas virtuales para compartir materiales, tareas y ejercicios con el objetivo de ayudar en la planificación a aquellas que tienen hijos a cargo o ejercen el cuidado de algún familiar mayor o enfermo.

Psicólogos en red

Con respecto a la nueva modalidad de atención psicológica virtual que se nos impone a los profesionales de la psicología, pienso que el coronavirus si bien llego para obligarnos a parar también vino para acelerar muchos procesos que estaban latentes.

Basta con ver en los medios de comunicación y en las redes sociales la emergencia de red de psicoterapeutas que construyen espacios de interconsulta virtual así como también elaboran reglas comunes para definirse como colectivo y cobran aranceles sociales como un equilibrio intermedio de remuneración.

Sufrir en el trabajo no es una fatalidad

La construcción e identificación de estrategias colectivas de afrontamiento, por parte de los trabajadores en colaboración con especialistas del trabajo, permite que el sufrimiento laboral no sea vivido como una fatalidad y que se pueda prevenir de forma conjunta las patologías de la sobrecarga, de la soledad y los suicidios.

Ante la presencia de un management que muchas veces está desconectado de lo real, dando primacía a la cultura de los resultados, a la tarificación por actividad, a la evaluación individual del desempeño, y a los procesos de la calidad total, quizás una forma de generar salud mental en el trabajo sería pensar en conjunto qué implica lo real del trabajo y el monto energético que tiene que movilizar un trabajador para lograr esos objetivos cifrados.

En definitiva, quizás una forma de generar salud mental en el trabajo sería pensar cuáles son las condiciones laborales que permiten que un trabajo de calidad sea compatible con el trabajo humano.

María Noel Close Acosta es PhD en Psicología.