En una videoconferencia realizada durante la mañana de este jueves, el presidente brasileño Jair Bolsonaro incitó a los empresarios ligados a la Federación de Industrias de San Pablo, una de las entidades corporativas más influyentes del país, a no acatar el aislamiento social impuesto por el gobernador estadual João Doria, antiguo aliado del mandatario ultraderechista y hoy uno de sus más acérrimos enemigos políticos.

En su mensaje a los empresarios, Bolsonaro dijo que “un hombre está decidiendo el futuro de San Pablo, está decidiendo el futuro de la economía de Brasil. Ustedes, con todo respeto, tienen que llamar al gobernador y jugar fuerte, ir con todo, porque la cuestión es seria, es una guerra. Es el país lo que está en juego”.

De acuerdo a lo que informó la revista Fórum, durante la reunión virtual el mandatario además volvió a quejarse de la decisión adoptada por el Supremo Tribunal Federal, que otorgó autonomía a los estados y municipios en cuanto a la adopción de medidas para evitar la propagación de la covid-19, al tiempo que acusó a los gobiernos regionales de “intentar destruir la economía para dañar al gobierno”.

Paralelamente, en un artículo publicado por la revista Época, perteneciente a la cadena carioca Globo, se informó que en la reunión ministerial del 22 de abril –la que en la cual, según el ex ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, Bolsonaro lo habría amenazado con sacarlo de su puesto en caso de que no cediera en cuanto a su influencia dentro de la Policía Federal del estado de Río de Janeiro– el mandatario sugirió armar a la población para ir contra el supuesto “autoritarismo” de los gobernadores.

Las supuestas expresiones de Bolsonaro se habrían producido luego de que el presidente de la Caja Económica Federal, Pedro Guimarães, comentara que la ex esposa y la hija del diputado federal Luiz Lima, integrante del Partido Social Liberal, ex sector del mandatario, habían sido detenidas por la Policía por incumplir las normas de aislamiento social impuestas en el estado. Al respecto, Guimarães expresó: “Eso es absurdo. Yo tengo una hija de 14 años. Voy a agarrar mis 15 armas. Si la Policía la agarra a ella y la mete adentro de una camioneta, yo los mataba o me mataban”.

En ese momento Bolsonaro, según la nota de Época, afirmó que todo sería “mucho más fácil en Brasil con una dictadura”, y afirmó que para evitar un abuso de poder de parte de los gobernadores sería necesario armar a la población. Luego el presidente atacó directamente al paulista Doria y al gobernador del estado de Río de Janeiro, Wilson Witzel, de quienes dijo que son una “bosta” y “un pedazo de estiércol”, respectivamente, porque se están aprovechando de la pandemia de covid-19 para retacearle su poder.

También este jueves se dio a conocer una nota de opinión firmada por el vicepresidente, el general Hamilton Mourão, en la que el jerarca afirma, entre otras cosas, que “ningún país se ha hecho tanto daño a sí mismo como Brasil”.

En el texto publicado por el diario Estado de São Paulo, el militar expresó que la crisis causada por la pandemia de covid-19 “nunca fue, ni podría ser, una cuestión que afectase exclusivamente a un ministerio, a un Poder, a un nivel de la administración o a una clase profesional”. A su entender, la crisis “es política en la medida en que afecta a toda la sociedad y sólo puede ser enfrentada por la acción del Estado”.

Mourão, que en ninguna parte del texto alude a Bolsonaro, afirmó que “ningún país del mundo tiene una solución inmediata para combatir la pandemia, pero que ningún país se ha hecho tanto daño a sí mismo como Brasil”. De acuerdo al jerarca, “los problemas institucionales que ya existían llegaron a grados impensados de insensatez llevando al país al caos, que puede resumirse en cuatro puntos: la polarización política, la degradación del conocimiento de la política, la usurpación de las prerrogativas del Poder Ejecutivo y el perjuicio de la imagen internacional del país”.