Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Cualquier hecho que causa impacto en la opinión pública es materia prima disponible y atractiva para los políticos, que por lo general no quieren parecer indiferentes ante lo que les importa a muchas personas. Es frecuente, además, que se busque atribuir a esos hechos un significado que prestigie a unos y desprestigie a otros, aunque esto no siempre lo hacen los dirigentes en persona.

Hace tres días se supo que tenía covid-19 una jerarca del Ministerio de Desarrollo Social que se había reunido en Rivera con el presidente Luis Lacalle Pou y otras autoridades, y en seguida circularon dos relatos. Uno engrandecía al primer mandatario, por su coraje al afrontar riesgos personales para “hacerse cargo” de los problemas. Otro cuestionaba la misma actitud, alegando que Lacalle Pou debe cuidarse para ejercer el conjunto de sus altas responsabilidades, y que no era necesario que fuera dos veces en pocos días a la ciudad donde está en curso el brote más preocupante de covid-19. Al día siguiente se informó que los testeos a los potenciales contagiados resultaron negativos.

También se politizaron con rapidez las discusiones sobre la transformación en peatonal de parte de 18 de Julio el sábado de tarde, y las especulaciones acerca del asesinato, entre la noche del sábado y la mañana de ayer, de tres jóvenes marinos que hacían guardia para cuidar el predio de “una vieja base de radar” en el Cerro, en una jornada en que hubo tres homicidios más, dos de ellos con víctimas infantiles.

Lo que pasó en el Cerro no está nada claro, y exige prudencia. El examen de lo registrado por cámaras de seguridad quizá permita comprender mejor los hechos, pero por el momento persisten varias incógnitas, dado que las víctimas eran personas armadas con instrucción militar, y los asesinos se llevaron las pistolas de reglamento de los marinos, pero no sus armas largas ni sus chalecos antibalas. De todos modos, Lacalle Pou decretó dos días de duelo nacional, y tanto él como otros actores políticos relevantes, oficialistas y opositores, avanzaron en interpretaciones.

El presidente asumió que la investigación del triple crimen está abierta “a todas las hipótesis”, pero también afirmó que atentó “simbólicamente contra las instituciones democráticas”; el Frente Amplio consideró pertinente reiterar su “absoluto respaldo a la institucionalidad republicana”, y el senador Guido Manini Ríos expresó su deseo de que “este hecho, que a todos nos interpela, nos haga reaccionar como sociedad, y actuar con la firmeza necesaria para dar seguridad a todos los uruguayos”.

El PIT-CNT adujo que la forma en que se cometieron los homicidios “hace presuponer la participación de un grupo de crimen organizado”; el ex presidente Julio María Sanguinetti coincidió en esto y agregó que probablemente fue “un ataque a las instituciones policiales y militares, para que bajen la guardia”. Sin embargo, no se privó de deslizar que los asesinatos le hicieron recordar lo sucedido el 18 de mayo de 1972, cuando integrantes del MLN-Tupamaros mataron a cuatro soldados que también estaban de guardia.

Hasta mañana.