Buenos días. Les comentamos algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El lunes, el New York Times publicó una entrevista en la que el comunicador Jon Stewart opinaba sobre las protestas que atraviesan Estados Unidos desde hace tres semanas y sus raíces en la historia de segregación racial de ese país. “La Policía es, en cierto sentido, una patrulla de frontera que vigila el límite entre los dos países que coexisten en Estados Unidos. Lo hacen para que el resto de nosotros no tengamos que ocuparnos de eso”, dijo Stewart.

Ayer, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, anunció que su cartera se sumará a la iniciativa del gobierno de retirar de la vía pública a las personas que se encuentran en situación de calle. Aunque formaba parte de las promesas implícitas sobre seguridad que se realizaron en la campaña electoral, su puesta en práctica se aceleró tras la muerte de una persona por hipotermia el sábado. Por lo tanto, a la acción del Mides, que se ocupó del tema durante los últimos lustros, ahora se le sumará la de la Policía.

El Parlamento, en tanto, sigue recobrando protagonismo mientras decae el de la emergencia sanitaria. Ayer se instaló en el Palacio Legislativo el dilema del desafuero del senador Guido Manini Ríos. Aunque el deseo explícito del propio Manini es que se lo lleve ante la Justicia, sus socios de la coalición gobernante no parecen del todo dispuestos a concedérselo y buscan dilatar un pronunciamiento mientras se ponen de acuerdo. Más llamativo aún es el hecho de que sean los senadores de Cabildo Abierto los menos convencidos por el discurso del líder partidario.

La oposición, en cambio, ya ha decidido tomar al pie de la letra las declaraciones de Manini y votará su desafuero. Con una excepción: la del senador José Mujica, que optó por exponer las ventajas que el general retirado podría obtener de una “vuelta al llano”. Se verá cuán efectiva resulta una estrategia con la que queda a contramano del resto de la bancada frenteamplista (no estará presente en la sala durante la votación), y con la que evidentemente pone en segundo plano el aspecto jurídico del desafuero, pero sin dudas la transparencia de Mujica es un aporte para todo (aspirante a) analista.

En cambio, cuando se expresó sobre el procesamiento del soldado retirado Leonardo Vidal por el asesinato del tupamaro Nelson Berreta, Mujica, que volvía al Senado tras meses de aislamiento voluntario y que fue muy solicitado por los micrófonos, no sólo acompañó la postura de su partido –exigir al ministro de Defensa y al gobierno que dejen de presionar al Poder Judicial–, sino que llevó la discusión un poco más allá al comentar que no sólo debería juzgarse al soldado, sino al oficial que le dio la orden de disparar.

Aunque Mujica intentó mover el debate hacia posiciones de izquierda, nuevamente una intervención de Cabildo Abierto lo empujó hacia la extrema derecha: el senador Raúl Lozano afirmó que el pronunciamiento de la Justicia ante un crimen de lesa humanidad como el asesinato de Berreta implica un atentado al Estado de derecho. En el mismo sentido cabe interpretar la restitución de una placa en homenaje al comisario Víctor Castiglioni (denunciado por varios crímenes durante la dictadura) en la institución que dirigió durante el régimen, la Dirección Nacional de Inteligencia.

Afortunadamente, podemos cerrar con una buena noticia, aunque del exterior: un estudio británico concluyó que la dexametasona, un corticoide de bajo costo que se produce hace años, reduce significativamente la mortalidad de pacientes con casos graves de coronavirus.

Hasta mañana.