Un hombre de 53 años que vivía en situación de calle murió por hipotermia durante la madrugada de este sábado en Paso Molino. Fueron los vecinos de la zona quienes encontraron el cuerpo sin vida sobre el pavimento. Vestía únicamente una remera y a su lado, tendido, había un acolchado, describió el titular del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en declaraciones a Telenoche. El hombre fallecido había estado en refugios del ministerio en 2017 y “nunca más quiso tener cobijo”, dijo Bartol.

El ministro expresó que para él es “muy duro ver la realidad de uruguayos” en situación de calle y que este suceso lo llevó a pensar en las “diferentes oportunidades de unos y otros”. “Lo nuestro [del Mides] es tratar de que todo el mundo tenga un lugar donde estar” y no se repita lo que ocurrió en este caso. Aseguró que la cartera está trabajando “continuamente” para “mejorar las condiciones de los refugios”. Destacó las nuevas propuestas del Mides, como un nuevo modelo de convivencia entre una menor cantidad de personas y “no refugios de a 30 personas”, “de manera que la gente quiera estar en los refugios y no piense que la opción de la calle es mejor”.

Por su parte, la ex directora de la División de Programas para Personas en Situación de Calle del Mides, Micaela Melgar, lamentó la situación en Twitter y comentó que el “sinhogarismo” es una de las expresiones “más claras de la organización cruel de la humanidad”. En diálogo con la diaria, dijo que hoy “es muy difícil conseguir información oficial” del ministerio vinculada al programa y las personas en situación de calle. A modo de ejemplo, mencionó que “no queda claro cuáles son las vías de acceso a los centros”. Aseguró que las nuevas autoridades cerraron el dispositivo “puerta de entrada, que era por donde ingresaba más población” a los refugios, y solamente quedaron disponibles el ingreso a través del equipo móvil del Mides y el reingreso para una persona que ya estuvo en un centro si hay lugar allí. Así, dijo, se “reduce la capacidad del uso de camas disponibles en los centros”.

Para Melgar, las actuales autoridades “han debilitado bastante” el Programa para Personas en Situación de Calle. Contó que los nuevos jerarcas demoraron “un montón” en formar las licitaciones de los centros nocturnos, lo que hizo que “estuvieran varios meses sin cobrar la primera partida”. “Tendrían que haber tenido la precaución de que eso no pasara nunca”, expresó. Asimismo, opinó que es “grave” el planteo de las autoridades de reducir el papel de los técnicos profesionales y las organizaciones de la sociedad civil en el ministerio. En el caso de la situación de calle específicamente, la propuesta es incorporar la participación de voluntarios u organizaciones “que no tienen experiencia en calle” y siguen más una lógica del “aporte que puede hacer un par”, lo que reduce el “rol del Estado y desdibuja su responsabilidad” en la gestión del problema.

En relación con la aplicación de la ley de faltas, Melgar explicó que en la gestión del Frente Amplio, por protocolo, estaba definido que “todas las personas que eran conducidas por la ley de faltas tenían la posibilidad de ingresar a un centro”, pero, según dijo, eso “no está funcionando más”. “Lo que hacen es lo siguiente: la persona va hasta el dispositivo de la ley de faltas y ahí se puede higienizar, por ejemplo, pero no se le asigna un lugar” a donde ir. “No es automático el ingreso, como lo era antes”, aseguró.

El actual director del programa, Gabriel Cunha, dijo a la diaria que, si se comparan las dos administraciones, en estos dos meses el programa “creció más de 40% en su capacidad de atención” y que “antes había 1.057 cupos y hoy estamos arriba de los 1.400”. “Crecimos en dos meses lo que no se creció en los últimos cinco años”, enfatizó. Asimismo, planteó que “había una respuesta homogénea para un problema heterogéneo” y hoy se está “diversificando la oferta y generando distintas alternativas”. “No sé a qué se refiere [Melgar] cuando dice que el programa está debilitado”, expresó.

Cunha negó que la vía de acceso por puerta de entrada se haya cerrado y apuntó que el sistema se “descentralizó”: “Hoy, en lugar de haber una sola puerta de entrada, hay 36”. Dijo que la medida incluso estaba prevista en la licitación redactada en la administración pasada y las circunstancias por la pandemia del coronavirus permitieron “adelantar ese proceso”, que sean los centros los que gestionen la entrada de personas y que haya un equipo que controla como “gestor de cupos” para cuando se llena un lugar y hay que derivar a una persona a otro centro.

Además de esta vía de acceso, el director informó que están funcionando el autorreporte al 0800, el equipo móvil y las intervenciones de la ley de faltas. Sobre este último caso, dijo que no se estaba aplicando el mismo protocolo por la pandemia por las medidas sanitarias. “En la peor etapa de la pandemia no funcionó el lugar [a donde se deriva a las personas], pero ya hace días está funcionando en coordinación con la intendencia y el Ministerio del Interior del mismo modo que funcionó siempre”, expresó.