Hoy, como todos los lunes, se reúne el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado (PC). El tema excluyente de la semana pasada, inherente a esa colectividad política, la renuncia con dilación de Ernesto Talvi a la cancillería, no está en el orden del día. No obstante, el diputado Felipe Schipani, de Ciudadanos (el sector encabezado por el canciller), dijo que puede haber algún planteo sobre el tema, pero, como en realidad la renuncia no se concretó y tampoco hay fecha, no ve “qué se puede discutir”.

Mientras se espera la fecha concreta para que se materialice la renuncia de Talvi, empieza a haber varias incertidumbres dentro del PC. La primera es quién lo sustituirá y la segunda, igual de importante para los intereses colorados, de qué partido o sector será quien lo sustituya. En Ciudadanos entienden que la cancillería les había tocado a ellos en el reparto de cargos del gabinete, por lo que lo adecuado sería que se siguiera la misma línea, aunque no saben si el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, pensará lo mismo, dijo a la diaria una fuente de Ciudadanos. Además, Schipani subrayó que, “obviamente, como sector”, les gustaría tener “la misma presencia” en el gabinete.

Del otro lado, en Batllistas –el sector liderado por el senador y ex presidente Julio María Sanguinetti–, el diputado Conrado Rodríguez dijo a la diaria que “lo más conveniente” es que el sucesor de Talvi sea alguien del PC, ya que “tiene hombres muy calificados, políticamente y técnicamente, para ocupar ese rol”. En cuanto a si debe ser de Ciudadanos, también opinó que esa es una definición que corre por cuenta de Lacalle Pou, pero a él, en principio, le parece que “lo mejor es que el ministerio siga estando encabezado por un colorado”.

Además, el diputado de Batllistas dijo que la “indefinición” sobre quién continuará en la cancillería luego de que se vaya Talvi provoca “incertidumbre en todos”, empezando por los funcionarios de la cartera. Por ejemplo, para saber quién ejecutará el próximo presupuesto de la cancillería y también para la “gente que estaba negociando con Uruguay determinados acuerdos comerciales y diplomáticos”.

El jueves, cuando anunció en una rueda de prensa que pensaba abandonar la cancillería en el corto plazo para jugar un “nuevo rol”, Talvi dijo que “toda la arquitectura institucional” de la diplomacia económica y comercial que depende de la cancillería “está armada” y se va a presentar “en breve”. Además, aseguró que las “negociaciones comerciales importantes ya están todas en curso” y algunas “ya habían comenzado en el gobierno anterior”.

Rodríguez dijo que la cancillería “tiene equipos profesionales muy formados, que van a trabajar de buena manera independientemente de cuál sea el ministro que esté al frente”. “Pero también es cierto que cada ministro tiene su perfil y sus prioridades. Entonces, no es algo menor quién terminará siendo el ministro de Relaciones Exteriores”, finalizó.

La ley del silencio

Si bien cuando se trata del posible alejamiento de Talvi de su cargo los dirigentes de Batllistas están dispuestos a hablar “a calzón quitado”, no sucede lo mismo a la hora de meterse con la interna caliente del PC. El jueves, en la rueda de prensa, el canciller dijo que con Sanguinetti hay “un distanciamiento, por formas muy distintas de entender, ver y sentir la política”. Pero el ex presidente se ha venido llamando a silencio y en su entorno aclaran que por estos días no hará declaraciones.

De todos modos, una fuente de Batllistas dijo a la diaria que las “distorsiones” entre los líderes de los dos grupos mayoritarios del PC empezaron antes de que asumiera el actual gobierno. Fue a fines de febrero, cuando en pleno feriado de carnaval Sanguinetti cayó de sorpresa en la sede de Lacalle Pou, en Bulevar Artigas y Chaná, para regalarle una serigrafía de Alfredo Testoni. Según el dirigente sanguinettista, ese día Talvi “armó un berrinche, un escándalo”, porque se sintió “agraviado”, dado que el ex presidente fue a hablar con Lacalle Pou “sin avisarle”. A partir de allí “se dificultaron” las conversaciones entre ambos dirigentes colorados, que hasta ese momento eran semanales, incluso en la sede de Ciudadanos, contó la fuente.

En el collar de diferencias entre Sanguinetti y Talvi una de las perlas que más brillaron fue la que surgió en marzo ante la posibilidad de que Julio Luis Sanguinetti, hijo del ex presidente, asumiera un cargo en la Comisión Administradora del Río Uruguay, que depende de la cancillería. En su momento, en una rueda de prensa, Talvi dijo que en los órganos en los que tiene “responsabilidad de decidir” entiende que “es una política sana que familiares de líderes políticos no integren los órganos de la cancillería”. La fuente de Batllistas relativizó esto, subrayando que la vicecanciller, Carolina Ache Batlle (de Ciudadanos), es sobrina nieta del ex presidente Jorge Batlle, por lo que piensa que, en realidad, el motivo era Sanguinetti.

Por último, la fuente de Batllistas también relativizó el énfasis que hace Talvi en la decisión de que las personas que ocupen cargos por su sector sean seleccionadas por sus cualidades técnicas. Puso como ejemplo que para el directorio de Antel fue elegido el contador Robert Bouvier, el candidato a diputado por Ciudadanos “que perdió en Lavalleja”.