La situación de inestabilidad sigue siendo la norma en la realidad actual de Brasil, que en medio de la crisis política que vive desde hace largos meses está padeciendo como pocos países del mundo el impacto de la pandemia de covid-19.

De acuerdo a las nuevas cifras difundidas sobre el final de la tarde de este martes por el Ministerio de Salud brasileño, en las últimas 24 horas fallecieron 1.262 personas que estaban afectadas por el nuevo virus, lo que batió un nuevo récord de muertes diarias, y con lo que se llegó a un total de 31.199 decesos desde que comenzó la pandemia.

Con esta cifra Brasil ahora se suma a Estados Unidos, Italia y Reino Unido como los únicos cuatro países del mundo donde el número de muertes atribuidas a la covid-19 sobrepasa las 30.000. Paralelamente, y también de acuerdo a datos oficiales, el aumento de casos confirmados de la enfermedad también sigue en aumento: durante el último día se confirmaron 28.936 diagnósticos, por lo que el total de personas que se enfermaron con la nueva cepa viral en el país son 555.383.

Pero el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, sigue enfrascado en sus disputas personales y se mantiene distante del dolor de la población, algo que se reflejó en la respuesta que le dio a una simpatizante que le pidió una palabra de consuelo a la salida del Palacio de la Alvorada, en Brasilia. “Lamento todas las muertes, pero es el destino de todo el mundo”, dijo lacónicamente el mandatario cuando salía de su residencia en la mañana de este martes.

Más tarde, y de acuerdo a lo que consignaron medios brasileños, el mandatario ultraderechista se expresó más en profundidad sobre una situación que se produjo en las últimas horas. En la noche del lunes la rama brasileña del grupo internacional de activistas hackers Anonymous divulgó datos personales e informaciones confidenciales de Bolsonaro y también de sus hijos Eduardo, Flavio y Carlos.

Los hackers, de acuerdo a lo que informó el portal Brasil247, también publicaron en Twitter informaciones personales del ministro de Educación, Abraham Weintraub, y de la ministra de la Familia, Damares Alves, dos de los más leales integrantes del gabinete del ex capitán de 65 años de edad.

Además, individuos que están siendo investigados por el caso de la red de difusión de noticias falsas contra los adversarios políticos del mandatario, el empresario Luciano Hang y el diputado bolsonarista Douglas Garcia, también fueron blanco de los activistas informáticos, quienes expusieron una gran cantidad de sus datos personales.

Ante esta situación, Bolsonaro dijo que la filtración de datos se trató de “un claro intento de intimidación”, y a la vez aseguró que “las medidas legales correspondientes están siendo tomadas, para que estos crímenes no queden impunes”.