Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La campaña para las elecciones departamentales terminará este jueves, y es previsible que casi todas las noticias políticas se relacionen con eso durante los próximos días. Incluso los debates sobre otros temas se cargan, hoy, de significado como parte de la contienda entre la “coalición multicolor” y el Frente Amplio (FA), aunque no habrá una sola medición de fuerzas en todo el país, sino 19 competencias distintas.

En los resultados incidirán diversos factores locales, pero es probable que, al evaluarlos, se destaquen mucho los elementos que puedan leerse como un común denominador: el total de intendencias que gane cada “bando”, cuántas de ellas pasen de uno a otro, y quizá incluso la suma de votos en todo el país para cada uno.

Es cierto que estos datos tendrán una importancia relativamente mayor que en otras ocasiones (como pasó en las departamentales de 2005, después del anterior cambio de partido en el gobierno nacional), pero de todos modos hay que tener presente que la ciudadanía, al elegir gobiernos departamentales, no vota sólo para alinearse en una polarización global. Además, leer los datos de este modo refuerza dos fenómenos poco deseables: el centralismo y la tan mentada “grieta”.

En este marco, todas las encuestas indican que el FA retendrá la intendencia de Montevideo, para iniciar en ella su séptimo período consecutivo. Es un dato relevante que la candidata de la “coalición multicolor”, Laura Raffo, a quien entrevistamos para esta edición, no haya dicho en ningún momento que va a ganar.

Este es uno de los casos en que probablemente incide más el contexto nacional, sobre todo después de los resultados electorales del año pasado.

El frenteamplismo es fuerte en Montevideo desde 1971, la aprobación a sus gobiernos en este departamento se ha mantenido alta desde 1990, y resulta difícil distinguir causas y consecuencias al considerar esos dos hechos. Álvaro Villar, Daniel Martínez y Carolina Cosse tienen perfiles diferentes, plantean énfasis distintos, y su competencia tiene que ver en parte con el futuro de la conducción nacional del FA, pero es probable que lo que más les importe a muchos votantes sea mantener el bastión capitalino.

Es mucho más incierto el panorama en Salto, Paysandú y Río Negro, donde los frenteamplistas Andrés Lima, Guillermo Caraballo y Óscar Terzaghi, respectivamente, ganaron en 2015 y buscan la reelección. Ninguna de aquellas victorias se dio por amplio margen, y según las encuestas disponibles la situación es bastante pareja para la votación del domingo, con una chance mayor para el FA en Salto y pronóstico poco claro en los otros dos departamentos.

Llegaremos al final de setiembre evaluando los resultados de las departamentales y el desenlace del pedido de desafuero de Guido Manini Ríos. Luego la discusión del proyecto de presupuesto pasará al lugar central, y por eso continuamos con su análisis en el suplemento Economía de esta edición. Son muchas las incertidumbres relacionadas con las previsiones oficialistas, y sólo parece indudable la perspectiva de un ajuste que afectará salarios, jubilaciones y gasto social.

Hasta mañana.