Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La comisión investigadora de Diputados sobre la gestión de Germán Cardoso como ministro de Turismo, y en particular acerca de las compras de publicidad que lo forzaron a dejar ese cargo, amplió su temática por iniciativa del investigado, quien volvió a la cámara y propuso, con el insólito aval de la bancada oficialista, que abarcara también años de gestión durante gobiernos del Frente Amplio. Sin embargo, las únicas noticias relevantes hasta el momento se refieren a lo que hicieron durante un año y medio Cardoso y sus amigos, con niveles de turbiedad que sorprenden semana a semana.

El lunes compareció ante la investigadora el abogado argentino Daniel Reta, exadscripto ministerial, cuyas declaraciones durante la sesión y tras ella poco contribuyeron a despejar dudas. Reta, uno de los amigos de Cardoso a los que él convocó para que colaboraran con su gestión, pintó un panorama preocupante del modo en que se actuaba, pero no pareció percatarse de ello.

Reta dijo que “firmaba facturas de todo tipo” para acelerar su trámite, y dio a entender que no tenía demasiada idea de lo que estaba firmando. Algo similar alegó acerca de uno de los temas más vidriosos que maneja la investigadora: la inclusión en la pauta publicitaria del ministerio de la empresa estonia Kirma Services, que finalmente se frustró porque la cuenta a la que quería que se transfirieran sus honorarios (280.000 dólares), en una institución financiera belga, no cumplía con los requisitos establecidos por el BROU para prevenir el lavado de activos.

“Yo nunca conocí a Kirma”, aseguró el exadscripto de Cardoso, y agregó que ni siquiera sabía cómo se llamaba la empresa cuando la presentó a la agencia de publicidad Young & Rubicam. Reta dice que eso fue solamente para que el trámite siguiera adelante, y que la evaluación y selección de las propuestas para conformar las campañas le correspondía por completo a la agencia, sin que el ministerio definiera nada.

De todos modos, Reta señaló también que Kirma entró en escena por iniciativa de Elbio Rodríguez, otro amigo de Cardoso que lo asesoraba en forma honoraria, y le adjudicó a este (pese a que no ocupaba ningún cargo) 60% de la responsabilidad de los gastos de publicidad, otorgándole sólo el restante 40% a Young & Rubicam. Según el exadscripto, él y el ministro no tenían responsabilidad alguna.

Todo esto le parece aceptable a Reta, quien cerró su intervención ante los integrantes de la investigadora diciendo: “No hay nada raro [...]. ¿Que podrá ser alguien desprolijo? Y... señores, ¿ustedes no son desprolijos en su vida personal? ¿Nunca han sido desprolijos? A ver, cualquiera puede cometer un error, cualquiera puede obviar algún paso, pero, por favor, de ahí a un hecho delictual, señores, hay una diferencia gigante, enorme”.

Ahora sabemos que Reta inscribió personalmente a Kirma en el Registro Único de Proveedores del Estado. Quizá fue también para acelerar los trámites, en el marco de un conjunto de tareas que, según el abogado, lo ocupaban a tal punto que “no almorzaba ni tomaba el té”, y luego olvidó esa intervención y cómo se llama la empresa de puro desprolijo.

Hasta mañana.