Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Acertar “debería ser la norma”, dijo ayer el presidente Luis Lacalle Pou, durante una conferencia de prensa en la que anunció que hasta fin de mes no adoptará nuevas medidas para evitar contagios de covid-19. Cree que basta con las dispuestas el 23 de marzo, si se cumplen y la población se cuida, hasta que comiencen a verse resultados de la vacunación. Según su previsión, esto último ocurrirá “en mayo”.

Según el mandatario, “estamos en el momento en que las medidas [del mes pasado] deberían surtir efecto”. La conferencia de prensa se realizó más temprano que lo habitual, antes del reporte del Sistema Nacional de Emergencias sobre 3.935 casos nuevos, 26.919 activos, 436 personas en los CTI (que llegaron a 76% de camas ocupadas) y 40 fallecimientos.

Acertar debería ser la norma, pero eso no siempre sucede. Lacalle Pou dijo que con el acatamiento de las normas vigentes y el mantenimiento de precauciones personales “deberíamos seguir aplanando la curva”, pero lo que tenemos desde mediados de febrero no parece ni siquiera una curva, sino una empinada recta ascendente.

Luego del mensaje presidencial, el virólogo Gonzalo Moratorio, investigador de la Universidad de la República y del Institut Pasteur, dijo a la diaria que “hay que actuar ya” para restringir más la movilidad, especialmente la vinculada con el ocio nocturno, como recomendó el 7 de febrero el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH). Con la misma convicción, un grupo de personalidades ajenas al gobierno convocó a un “acuerdo nacional en abril contra la pandemia”.

Ese grupo propone que la actividad de bares y restaurantes consista sólo en entregas a domicilio, limitar el tiempo de atención al público de los comercios no esenciales, disminuir el máximo de pasajeros permitido en el transporte interdepartamental y departamental urbano, y prohibir tanto las reuniones sociales entre personas no convivientes como la circulación en la vía pública de las 22.00 a las 6.00, salvo para “actividades esenciales”.

En la conferencia de prensa de ayer, a diferencia de lo que había ocurrido en la del 23 de marzo, Lacalle Pou mencionó en numerosas ocasiones al GACH y a su coordinador Rafael Radi, pero no aceptó sus recomendaciones y descartó algunas expresamente. Era previsible. Entre otras cosas porque lo había dicho poco antes, en declaraciones publicadas por el diario argentino La Nación, reiterando conceptos doctrinarios sobre la “libertad responsable”. En esas declaraciones alegó que no está claro si mayores restricciones de la movilidad podrían contener los contagios, y que en cambio tendrían seguramente consecuencias negativas.

“El planchero de un lugar donde venden chivitos de algo tiene que vivir, el pizzero también tiene que vivir, el mozo de restaurante tiene que vivir”, había dicho el presidente a La Nación. Pero anoche insistió en que la población debería moverse “lo menos posible”. Si esa exhortación se cumpliera, no está claro cómo piensa que se las arreglaría, por ejemplo, el mozo de restaurante.

En suma, Lacalle Pou sigue apostando todas las fichas a la vacunación. No sólo las suyas, sino también las del resto de la sociedad.

Hasta mañana.