Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El presidente Luis Lacalle Pou dedicó parte de su valioso tiempo a mediar para que la Confederación Sudamericana de Fútbol recibiera una donación de vacunas de Sinovac, que les serán administradas a jugadores y dirigentes. Esto es importante para que se realicen la Copa América 2021 y campeonatos de clubes, pero da la impresión de que las principales urgencias en relación con la emergencia sanitaria son otras.

Así lo perciben varios gobiernos departamentales, quizá porque funcionan en una relación de cercanía mucho mayor con la población. Pese a la insistencia presidencial en que las medidas vigentes para prevenir contagios son suficientes, distintas intendencias toman más en cuenta las recomendaciones del Grupo Asesor Científico Honorario. Dentro de sus márgenes de autonomía y de los que les corresponden a los centros coordinadores de emergencias departamentales, han dispuesto restricciones de actividades y circulación que el Poder Ejecutivo decidió no aplicar en nombre de la libertad responsable, de los ingresos del mozo de restaurante o del grado inversor.

Por cierto, no se trata sólo de los gobiernos departamentales frenteamplistas, sino también de otros nacionalistas, como los de Artigas, Paysandú, Rocha y San José. De todos modos, lo que resulta muy difícil para las intendencias es acompañar esas restricciones con los niveles necesarios de apoyo económico, a fin de compensar los perjuicios que las nuevas medidas causan a personas y empresas ya muy castigadas.

Son muchísimos los sectores de actividad que demandan asistencia después de más de un año cuesta arriba, y Lacalle Pou anunció en su última conferencia de prensa que en estos días se anunciarían decisiones en ese terreno, pero el equipo económico todavía no se ha pronunciado.

Uno de los sectores que están en crecientes dificultades es sin duda el turístico, y el ministro Germán Cardoso se está moviendo para lograr mayores desembolsos estatales, con respaldo expreso del Partido Colorado, aunque no incluye entre sus objetivos el de garantizar un salario mínimo a quienes están en seguro de paro, como reclama el Sindicato Único Gastronómico y Hotelero.

Mientras tanto, se confirma el previsible y desigual impacto de la crisis más allá de lo sanitario. Un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa señala el “aumento de las brechas educativas” durante el año pasado: la inasistencia a la escuela fue más de cinco veces mayor en los contextos muy desfavorables que en los muy favorables. Las dificultades para la educación virtual, como es lógico, son mucho mayores en los hogares más pobres, donde ya antes de la emergencia sanitaria había, por supuesto, condiciones más adversas para las niñas y niños.

Pese al agravamiento de esa desigualdad y de muchas otras, el Ministerio de Desarrollo Social decidió no renovar los convenios para los Servicios de Orientación, Consulta y Articulación Territorial (Socat), gestionados por organizaciones sociales y cooperativas. Parte de las tareas de los Socat serán sustituidas por una atención virtual con técnicos contratados como unipersonales. Otras, ni eso.

Hasta mañana.