Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La situación de Luis Alberto Heber se complica en forma acelerada. Esto es algo que puede ocurrirles a los políticos que asumen la responsabilidad de un ministerio difícil como el del Interior, y no resulta muy grave por sí mismo. Lo que sí es sumamente grave, no para Heber sino para la sociedad uruguaya, es que la seguridad pública está fuera de control.

El Frente Amplio decidió convocar una vez más al ministro para que dé explicaciones al Parlamento. Será el 7 de junio, en la cámara de Senadores y en régimen de comisión general. En los tres primeros meses de este año hubo un marcado aumento de la cantidad de homicidios, que se aceleró en lo que va de mayo, y es difícil prever cuáles serán las cifras acumuladas dentro de 20 días.

La ministra Azucena Arbeleche va a ser interpelada mañana en la Cámara de Representantes acerca de las medidas para paliar los efectos de la carestía y de la pérdida de poder de compra de salarios y pasividades, pero pudo realizar ayer anuncios en este sentido para amortiguar de antemano el impacto de ese llamado a sala. Parece difícil que esté al alcance de Heber hacer algo similar.

Por el momento, el ministro amplía día tras día un anecdotario impresentable. En estos días consideró pertinente hacerle saber a la ciudadanía que, ante el aumento de los robos a automovilistas en los accesos a Montevideo, con troncos colocados para interrumpir el tránsito, le parece necesario colocar vallas a fin de que los vehículos se desplacen dentro de una especie de túnel protegido. Ayer dijo que estaba “encantado” de tener que dar explicaciones en el Senado, pero que esperaba que allí se le propusieran soluciones a los problemas de seguridad.

A todo se agrega el insólito deslinde cruzado de responsabilidades por parte de los ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores cuando respondieron a sendos pedidos de informes sobre los motivos de que se le haya otorgado un pasaporte uruguayo, cuando estaba detenido en Dubái, a Sebastián Marset (hoy prófugo de la Justicia paraguaya, requerido por Interpol y con varias causas abiertas en Uruguay).

Interior señaló que otorgar pasaportes le compete a la cancillería, y esta destacó que el trámite incluye una consulta a Interior, que no informó sobre impedimentos en el caso de Marset. Interior dice que cuando se hizo la consulta no los había, y el caso es que el abogado de Marset invocó el hecho de que Uruguay le hubiera otorgado el documento para lograr que fuera liberado en Dubái.

La cantidad y magnitud de los cuestionamientos que se acumulan sobre el ministro del Interior obligan a informar con frecuencia sobre él. Como se dijo al comienzo, lo grave no es su situación personal sino la del área que tiene a su cargo, pero a veces da la impresión de que sería bueno poder prestarles más atención a otros problemas muy relevantes para el país, como los que se producen en el puerto de Montevideo a raíz del cuestionado acuerdo del Poder Ejecutivo con Katoen Natie. Lo lamentable es que eso también tiene que ver con la gestión de Heber cuando estuvo en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, antes de pasar a Interior.

Hasta mañana.