El miércoles de tarde el presidente Luis Lacalle Pou recibió a una delegación del PIT-CNT en la Torre Ejecutiva, encabezada por su presidente, Marcelo Abdala, quien le llevó varias propuestas económicas para paliar la inflación. El encuentro duró cerca de una hora y media y a la salida Abdala explicó en rueda de prensa que entregaron “un diagnóstico riguroso de la situación”, además de un conjunto de diez propuestas y “dos comentarios políticos, de clase”. Destacó que es “mucho más centrado en beneficiar a los sectores más vulnerables de la sociedad que a la propia membresía del PIT-CNT, que está cubierta, de alguna manera, por convenios colectivos y acuerdos”.

El planteo del PIT-CNT al gobierno “tiene mucho de tirar una mano para los sectores más vulnerables: concentrar el trabajo de calidad, subir el salario mínimo nacional, generar un ámbito de diálogo para el trabajo y la seguridad social”, señaló Abdala.

“Estuvimos dialogando sobre los fundamentos de esta propuesta y las ideas que tenemos. Y esperamos que el Poder Ejecutivo nos devuelva una respuesta rigurosa”, señaló el presidente de la central sindical.

Para financiar las medidas, se propone incrementar algunos impuestos, como el del Patrimonio y el de las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE). Sobre esto último, Abdala dijo que le fundamentaron al presidente que “no tiene nada de malo, en una situación donde se eleva la carestía y se achica la participación de salarios y jubilaciones en la riqueza nacional”, que un país “busque hacer un retoque tributario temporal para que quien más riqueza está acumulando tire una mano para resolver esas cuestiones”. “No puedo decir ni que me voy conforme ni desconforme. Del mismo modo que el PIT-CNT hace una propuesta formal, que viene por escrito, me gustaría esperar una respuesta rigurosa”, insistió.

Por último, dijo que uno de los comentarios políticos que le hicieron al presidente fue que no estaban de acuerdo con “cierto clima de persecución antisindical, de estigmatización del movimiento obrero”, y en particular, “cómo esto se refleja en algunos proyectos de ley que pretenden una reglamentación antisindical” y, desde su punto de vista, “antidemocrática”.