Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

A fines de abril, Guido Manini Ríos y otros dirigentes de Cabildo Abierto (CA) se reunieron con integrantes del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT en la sede de la central sindical. Por si alguien había pensado que ya no podía ver un encuentro con apariencia más incongruente, el Frente Amplio (FA) solicitó uno con la Mesa Nacional de Un Solo Uruguay (USU), que se realizará este sábado en San José.

Manini había pedido la reunión con el PIT-CNT, y tenía sus motivos. El conductor de CA cultiva un perfil propio dentro de la coalición de gobierno, y estaba especialmente interesado en escenificar que, ante la aceleración del aumento de precios, su partido tenía un enfoque propio y distinto del que predomina en el equipo económico.

En la central sindical fueron mayoría quienes consideraron pertinente decirle que sí a Manini, un poco para mostrar disposición a conversar con todos los partidos, otro poco porque realmente había una coincidencia coyuntural, y quizá también porque las discrepancias dentro del oficialismo sobre ese tema podían convenirle.

Alguna semejanza hay con esta movida del FA, que quiere recuperar terreno perdido en sectores sociales fuera de Montevideo y su área metropolitana, quizá percibe que no fue inteligente la forma en que manejó la relación con USU cuando gobernaba, y ve que hoy esa organización cuestiona al gobierno nacional.

Es posible también que, del lado de USU, el encuentro con dirigentes frenteamplistas sea una especie de advertencia a los partidos oficialistas. En todo caso, la visión del país expresada por quienes encabezan a los “autoconvocados” tiene diferencias básicas y profundas con la del FA, aunque entre quienes apoyan ese movimiento social haya, sin duda, pequeños productores, comerciantes y otras personas que podrían articularse en una coincidencia amplia junto con frenteamplistas.

Aníbal Pereyra, exintendente de Rocha y presidente de la Comisión de Interior del FA, dijo que le reconocía a USU ser “coherente” en sus reclamos. Es cierto que los formulaba cuando el presidente era Tabaré Vázquez y que los mantiene desde que asumió Luis Lacalle Pou, pero a veces la coherencia es un poco sobrevalorada: también la tienen los contumaces.

Guillermo Franchi, dirigente de USU, adelantó que quiere saber si “las nuevas autoridades” del FA tienen posiciones distintas acerca de temas centrales para la organización social como “el costo del Estado” y la “falta de competitividad”. Cabe pensar que se trata de una pregunta retórica, porque según el discurso de USU el Estado debería ser drásticamente reducido para beneficiar al “país productivo”, y lo que el movimiento le reprocha a Lacalle Pou es que ha sido timorato en el uso de la motosierra.

Franchi afirmó en mayo que ganaba terreno la idea de convertir a USU en un partido, dado que ninguno de los hoy existentes ha mostrado voluntad de atender sus reclamos. Quizá quiera demostrar este sábado que el FA sigue sin comprender a “los productores”, pero dialogar no es pecado, aunque el encuentro se parezca, como decía el conde de Lautréamont, al de “una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección”.

Hasta mañana.