Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

En enero de 1996, el ya expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera y el diputado José Carlos Cardoso convocaron a un pequeño grupo de dirigentes de su sector, el Herrerismo, a reunirse en la casa de Cardoso en La Paloma para conversar sobre sus planes políticos en el año que comenzaba. El encuentro se hizo costumbre anual, aunque fueron cambiando la sede, la denominación compartida por quienes asistían y el liderazgo.

Hace 12 meses fue del sector Todos hacia Adelante o simplemente Todos, ampliamente mayoritario en el Partido Nacional (PN) y comandado por Luis Lacalle Pou, que sumaba desde 2014 al viejo Herrerismo, a su escisión liderada por Lacalle Pou (Aire Fresco) y al Espacio 40, encabezado por Javier García. En aquella ocasión, el aún senador Gustavo Penadés dijo que Todos estaba entrando en un “modo avión” que permitiría su “reorganización y reordenamiento interno”, pero ya era obvio que habría una bifurcación, con el viejo lacallismo alineado tras la precandidatura de Laura Raffo y el nuevo tras la de Álvaro Delgado. Este año lo de La Paloma vuelve a ser una reunión del Herrerismo, algo venido a menos.

Un diagrama interno del PN en las últimas décadas es una maraña de nombres cruzada por flechas que indican alianzas, fusiones, cambios de denominación y pases de dirigentes, pero esa complejidad se puede resumir en cuatro grandes procesos, dejando fuera fenómenos peculiares y de corta duración como los ascensos de Alberto Volonté y Juan Sartori.

1) Tras la muerte de Wilson Ferreira Aldunate, se fortaleció el Herrerismo de Lacalle Herrera. 2) Este sólo fue desafiado con éxito por una corriente “wilsonista” en 2004, cuando Jorge Larrañaga ganó las internas, pero su predominio fue breve, y en 2009 Lacalle Herrera ya había reconquistado la mayoría partidaria. 3) Luego intentó sucederlo un grupo de sus lugartenientes, en el que se destacaban Luis Alberto Heber, Penadés y Jaime Trobo, pero le fue mejor a su hijo, quien formó su propio sector y terminó liderando a todo el partido. 4) Paralelamente, otros dirigentes han participado en distintos agrupamientos, mezclándose a menudo con herreristas (un ejemplo es el mencionado García, quien pasó de la órbita de Larrañaga a la de Lacalle Pou en 2012); el significado de identificarse como “wilsonista” se ha ido desdibujando y tras la muerte de Larrañaga carece de una referencia personal de conducción.

En el encuentro realizado en La Paloma en enero de 2020, Lacalle Pou ya era presidente electo y se despidió transitoriamente de la actividad partidaria. Durante dos años la emergencia sanitaria impuso un paréntesis hasta la reunión antedicha de 2023, y ahora el viejo Herrerismo va hacia las internas con la postulación de Raffo, en minoría dentro del PN según las encuestas. Cardoso quedó fuera de la actividad política, Lacalle Herrera pasó a ocupar un papel simbólico, Trobo falleció en 2019, Penadés renunció al PN antes de ir a la cárcel, y Heber volvió al Senado con un importante desgaste por su desempeño como ministro, primero en Transporte y Obras Públicas y después en Interior. Todos está en “modo avión” y el Herrerismo, con serios problemas para volver a despegar.

Hasta mañana.