Al dengue, la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti, se le conocía hace muchísmos años, en “los tiempos de las conquistas de África y América Central”, como “la fiebre quebrantahuesos”, cuenta a la diaria el virólogo Juan Cristina, grado 5 de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República. “Por supuesto que si tenés dengue la vas a pasar mal”, advierte, pero al mismo tiempo aclara que muy probablemente, tras unos días de fiebre, “lo sobrevivís”, “mucho más con los sistemas de cuidados que tenemos hoy”.
Desde el 4 de marzo, el Ministerio de Salud Pública (MSP) publica diariamente -excepto sábados y domingos- un reporte sobre los casos confirmados de arbovirosis en Uruguay, esto es, dengue, chikungunya y zika. Hasta ahora sólo se han detectado dos casos de estas últimas dos enfermedades, también transmitidas por el Aedes aegypti: un chikungunya importado de Brasil y un zika importado del sudeste asiático.
Pero con el dengue, la cosa cambia. Entre el 4 y el 25 de marzo, los casos confirmados saltaron de 35 a 158, lo que supone un crecimiento de 351% en 20 días. En ese mismo período, los casos autóctonos pasaron de dos a 62; mientras que los casos importados subieron de 33 a 96.
Sin embargo, Cristina sostuvo que, “para lo que es una epidemia de dengue”, la situación actual “no es todavía una fase emergente”. “Nosotros hemos trabajado en otros países, que tienen un clima más tropical, y los contás por miles. Una epidemia de dengue en Río de Janeiro, por ejemplo, son 57.000 casos”, señaló. De todos modos, el experto consideró que “es momento de abrir el paraguas” en Uruguay, porque “si no es en esta, es en la que viene”.
El último reporte del MSP, correspondiente al 25 de marzo, muestra casos de dengue autóctono en varias zonas del país: 34 en Salto, 12 en Paysandú, diez en Montevideo, dos en Durazno y un caso en Maldonado, Florida, Artigas y Rivera. Los casos de dengue importado se distribuyen prácticamente en todo el territorio nacional; de hecho, Rocha, Soriano, Flores, Lavalleja, Cerro Largo y Tacuarembó son los únicos departamentos sin casos confirmados, por ahora.
Cristina afirmó que actualmente el mosquito “está en todo el territorio nacional”; y señaló que, “en la medida que tengamos este clima más tropical”, con altas temperaturas y lluvias abundantes, y “no tomemos medidas contra el mosquito”, el dengue “nos puede dar un dolor de cabeza muy grande”. Puede ser “de acá a dentro de un mes”, o quizás “en otro año”, pero “el momento de abrir el paraguas es ahora”, reiteró.
El virólogo apuntó que, a medida que el cambio climático “va actuando en la región”, el clima de Uruguay “se va tropicalizando” y “las enfermedades que antes eran exóticas para nosotros se van viniendo hacia el sur”. Las últimas lluvias no ayudan a detener la propagación del dengue, “y la temperatura tampoco”, señaló.
En cambio, “si se viene el frío, tenemos más chances de zafar”, pero “zafamos este año, no sé si el verano que viene”. “Esto viene para quedarse; tenemos que acostumbrarnos a estas cosas”, puntualizó.
Los dos problemas que provoca el dengue
Con todo, no es la primera vez que el dengue aterriza en Uruguay. “La última gran epidemia de dengue que tuvo Uruguay fue hace más o menos cien años, en 1916, [cuando] el dengue entra por Salto y se distribuye por el territorio nacional”, recordó Cristina.
Justamente en Salto, la semana pasada se registró un “brote local” y el primer fallecimiento en 2024, si bien las autoridades sanitarias aún no han determinado si la persona murió con o por dengue. Según el último reporte del MSP, actualmente hay 18 personas internadas por dengue, una de ellas en CTI.
“Más allá de que algunas personas lamentablemente fallecen, el problema del dengue es que tiene una morbilidad muy grande, es decir, el problema es que te satura el sistema de salud”, indicó Cristina. Apuntó que alrededor de 70% de quienes cursan la enfermedad muestran “síntomas menores”, pero, en la medida de que haya un crecimiento de los infectados, el 30% restante “puede ser un número lo suficientemente importante como para complicar al sistema de salud, que además tiene que atender muchas otras cosas”.
El segundo problema, agregó Cristina, es que en Uruguay ya se identificaron dos tipos de dengue. “Son malas noticias, porque uno de los problemas que tenemos es que no es un sólo dengue, sino que son cuatro dengue distintos”, señaló. Así, “si a vos te pica el dengue uno, generás anticuerpos y una defensa contra ese tipo” específico de dengue, pero, “si el año que viene te pica otro de los tres tipos, tenés más probabilidades de ir hacia lo que nosotros llamamos un dengue de tipo hemorrágico”.
Esto supone “una forma más grave de la enfermedad”, señaló Cristina. El paciente sufre hemorragias internas, lo cual “ya empieza a ser realmente peligroso”, aunque “no quiere decir que te vaya a ocurrir, pero tenés muchas más probabilidades”.
En tal sentido, el virólogo dijo que “estaría bueno saber también cuántos casos son en niños”, algo que por el momento no se detalla en los informes del MSP, dado que “los niños tienen un volumen de sangre menor y entonces hay que tener mucho cuidado por ese pequeño porcentaje, que igual es un porcentaje importante, porque son personas que pueden ir hacia un dengue hemorrágico”.
La realidad de otros países
La expansión del dengue en la región quedó registrada en el último boletín epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de Argentina, correspondiente a la onceava semana de este año. El documento marca que en los dos primeros meses del año Paraguay contabilizó 50 muertes y 176.664 casos de dengue, esto es, 22 veces más que en el mismo período de 2023. Brasil, en tanto, registró 561 muertes y 2.464.265 casos, tres veces más que en enero y febrero de 2023.
Por su parte, Argentina ha registrado entre la primera y la onceava semana de este año 96 muertes y 134.202 casos de dengue. La tasa de incidencia es de 321 casos cada 100.000 habitantes y la tasa de letalidad (fallecidos en relación a casos confirmados) es de 0,07%.
En base a los resultados preliminares del censo del Instituto Nacional de Estadística, que estimó un total de 3.444.263 personas en el país, la tasa de incidencia en Uruguay es de 4,58 casos cada 100.000 habitantes, mientras que la tasa de letalidad es de 0,63%, siempre y cuando el MSP determine que la muerte de Salto fue por dengue.
Cristina afirmó que por el momento la situación en Uruguay no es comparable con “la realidad argentina”. No obstante, exhortó a reforzar las medidas de prevención contra el Aedes aegypti. “El mosquito que nos pica es el que nosotros criamos. El mosquito no viaja 200 kilómetros, es un mosquito que está acá en la vuelta”, señaló; y sostuvo que el desarrollo de la enfermedad dependerá de “la conciencia de cada ciudadano en no contribuir a ser un criadero”.
Al respecto, el MSP ha solicitado a la población que elimine cualquier recipiente que tenga a la intemperie y que pueda acumular agua estancada, así como también que evite dejar “neumáticos al aire libre”. También se sugiere, entre otras cosas, “desmalezar el terreno alrededor de la vivienda”. En caso de síntomas tales como fiebre de hasta siete días, dolores de cabeza, musculares y detrás de los ojos y/o erupción cutánea se recomienda consultar a un médico.