Bajo la consigna “El pueblo primero. Más trabajo y salario: mejor Uruguay”, el PIT-CNT lleva adelante en esta jornada un paro general parcial que, en el caso de muchas filiales, se extenderá a 24 horas.

Entrevistada en la diaria Radio, Alejandra Pereira, secretaria general adjunta de la central sindical y una de las encargadas de la oratoria que tendrá lugar en la plaza Libertad –donde concluirá la movilización de los trabajadores–, explicó, sobre los motivos del paro, que en el sector privado los trabajadores consideraron “insuficientes” los lineamientos salariales, mientras que en el sector público tenían “la esperanza de que fueran un poco mejores las pautas que el gobierno nos acercó”, aunque, aclaró, “no estábamos hablando de cosas tampoco desmedidas”.

“Entendíamos que el gobierno tendría que haber presentado algún incremento salarial para los salarios de los públicos más sumergidos. Eso no ocurrió”, afirmó. En el sector público, al no alcanzarse un acuerdo entre la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) y el gobierno en torno a los lineamientos salariales, estos se negociarán por separado según las distintas ramas de actividad. Pereira explicó que las pautas de cada sector dependerán, entonces, del “dinero que tenga la rama acumulado como para ofrecer algo”.

En la educación, por ejemplo, “hay déficit en los lugares estatales, por lo que el presupuesto que está planificado para el quinquenio tiene un déficit. El de primaria, de 900 millones de pesos, quedó instalado del gobierno anterior y eso, obviamente, va en detrimento de pensar en políticas de ampliar el presupuesto”, señaló la dirigente, perteneciente a la Federación Uruguaya de Magisterio - Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP).

Pereira auguró que los lineamientos que surjan de la negociación por ramas probablemente no sean diferentes de “lo que nos ofrecieron en primer lugar en el Consejo Superior” del sector público. “Creo que va a existir lo mismo: la posibilidad de mantener el salario real, y no va a existir, por lo menos desde un principio, la posibilidad de conveniar en cinco años”, apuntó.

Tercerizaciones y reposición de vacantes generadas en el Estado

Otra preocupación del sector público son las tercerizaciones. “Hoy tenemos un Estado con menos trabajadores y trabajadoras, con un servicio que no es el adecuado”, afirmó Pereira, quien señaló que en el período pasado aumentaron “en todas las empresas públicas, en la salud y también en la educación”, los contratos precarios con “menos vinculación con el Estado, en el que se limita el ingreso de las vacantes que tenían los trabajadores públicos”.

Mencionó, por ejemplo, a los trabajadores del sector de limpieza en la salud o la educación, donde existen licitaciones de empresas que presentan un régimen de “explotación”, ya que les “pagan muchísimo menos del laudo que corresponde a la tarea, cumpliendo el mismo trabajo, y no tienen incluso derechos mínimos consagrados como cualquier otro trabajador”.

Asimismo, los trabajadores entienden que el gobierno “se tendría que haber comprometido” en la reposición de las vacantes generadas en el Estado. Si bien está el compromiso de derogar el Decreto 310/021, que limitaba el ingreso de personal, “no nos queda tan claro cuál va a ser el ingreso al Estado y si se va a trabajar en una regularización para volver a tener trabajadores estatales y salir de los regímenes de tercerización”, sostuvo la dirigente.

Dicho decreto implementó un régimen según el cual, por cada tres vacantes generadas, sólo se repone una. Sin embargo, el gobierno no ha especificado “qué criterio va a tomar”, afirmó Pereira, y acotó que, en un primer borrador, el gobierno trasladó que no habría un criterio general para toda la administración, sino que se tomarían decisiones puntuales según las áreas.

“No tuvimos una transformación educativa que valorara la educación pública para mejorarla”

Consultada sobre cómo han percibido los trabajadores los primeros pasos del gobierno en términos de políticas educativas y las reconsideraciones sobre la transformación educativa del gobierno anterior, la dirigente respondió, “celebramos que se reconsidere”, ya que entienden que “la transformación educativa fue equiparar para abajo los contenidos –sobre todo los de primaria–. Son contenidos programáticos regresivos respecto de lo que todos aspiramos que los niños y niñas de este país aprendan en la escuela pública”, afirmó.

Pereira explicó que el avance entre los contenidos de primer y segundo año es casi nulo, “es como repetir, de alguna manera, lo mismo que se aprendió en primero”. Esto significa que “lo único que estoy haciendo es condenar a los sectores más pobres –que demoran más en aprender, por ejemplo, el proceso de escritura– a que pasen de año sin tener lo mínimo necesario para poder continuar avanzando en las escuelas”, aseveró.

“No tuvimos una transformación educativa que valorara la educación pública para mejorarla, sino para equipararla hacia abajo, y eso es un problema”. En ese sentido, expresó que entienden que la transformación educativa debe revisarse y cambiarse. “El margen es en qué tiempo y en qué puedo llegar a cambiar”, expresó, y acotó que “los ritmos de la administración nueva tienen que ver: no puede revisarse un programa de un día para otro, porque estamos hablando de una dimensión de volumen bastante importante”.