Sobre principios de año la noticia de que los hermanos Cardozo se sumaban al equipo técnico de los Curtidores movía el tablero del ambiente carnavalero.

La dupla de letristas, que había trabajado hace exactamente 20 años con los hongos, la última vez que el conjunto logró el primer premio, generaba expectativa considerando el éxito en cada oportunidad en que su murga, Agarrate Catalina, participa en el concurso.

El aporte de Yamandú y Tabaré estuvo dedicado puntualmente a un homenaje que tanto ellos como la murga querían realizar. Un momento del espectáculo a la memoria de Gustavo Chato Ambrosio, que falleció en noviembre.

Voz emblemática de la categoría, Ambrosio fue el sello de cada uno de los conjuntos donde salió: Falta y Resto, Los Plebeyos, Los Pierrots, Diablos Verdes, Saltimbanquis, El Gran Tuleque; pero sin duda la murga con la que estuvo más identificado fue Curtidores de Hongos.

Yamandú Cardozo explicó en TV Ciudad que “fue idea de Tabaré, que vino y me dijo: hagamos esto, hermano. Cuando nos duele algo hacemos canciones. Se la llevamos a Daniel [Carluccio, director responsable de la murga] y las únicas condiciones que pusimos fueron que, primero, era un regalo, y no queríamos cobrar por el laburo; y que iba si la barra que llevaba adelante los textos entendía que entraba; si no, no pasaba nada”.

“Es muy emocionante ver cómo la gente recibe la canción. Todo mérito del Chato, de lo que generó con su público, y de lo asombroso que era verlo y escucharlo cantar murga”, afirmó Cardozo, que ya tuvo la posibilidad de verla interpretada en los tablados.

Lo mismo sucedió en la segunda etapa del Concurso Oficial de Carnaval este martes, con los Curtidores actuando a última hora. La canción final de la murga provocó un cerrado y sostenido aplauso de todos los asistentes al Teatro de Verano. Freddy González, amigo de Ambrosio que compartió más de diez años en la murga, recitó la prosa del comienzo, escrita por Yamandú. Sebastián Martínez, uno de los solistas, dio inicio a la parte cantada, obra de Tabaré. Luego se suma el resto del coro, y el homenaje toma vuelo.

Martín Grandal, uno de los componentes de la murga, comentó tras la presentación que “cuando llevaron al ensayo la canción quedamos impactados. Había que posicionarla desde la alegría, que es lo que generaba él, y no desde la tristeza. Tiene lugares más desde el amor y desde el cariño que le teníamos al Chato. En ningún momento cae en lugares comunes, que era un riesgo también”.

Por su parte, Rodrigo Guillenea, primo y letrista de Curtidores, reconoció que “hasta el día de hoy nos erizamos. El primer ensayo no pudimos hacerla. En el primer tablado lloramos varios. Es algo bastante fuerte que por suerte pudimos respetar y hacerlo de la mejor manera”.

Para seguir siendo testigos del “milagro del hombre que quemaba parlantes y movía canteras”, con su “garganta huracanada y rugido melodioso”, queda el recuerdo de su murga, que ya se postula como uno de los momentos más emotivos del Carnaval 2024.