Queso Magro, la murga que se ríe de sí misma, que no se toma nada demasiado en serio, que juega, que hace chistes en las retiradas y dudosos homenajes, que mantiene el espíritu de murga joven, aunque ya tiene 26 años, regala las canciones finales más dulces y queridas por el público.

En 2020 se sumaron a la murga Santiago Wirth y Tatiana Kornecki (que ya había salido en el conjunto cuando participaba del Encuentro de Murga Joven), ambos a integrar la cuerda de sobreprimos, y desde entonces conforman el equipo que se encarga de las canciones finales, con Rodrigo Moyano en guitarra y la participación de Nelson Fernández en 2024.

El espectáculo de ese año se llamaba ¡Es carnaval!. Kornecki aparecía en el escenario con una antorcha en la mano y empezaba a cantar: “Hoy que me toca otra vez encontrarte/ya entendí lo que no podés darme/te abandono y te vuelvo a abrazar. /Sé lo que puedo y lo que necesito/y aunque pida otra cosa a los gritos/siempre caigo a tus pies, carnaval”.

Entonces se sumaba la murga: “Sos lo que todos hacemos contigo/un lugar que está lleno de amigos/y de cosas que no quiero ver./Hay transparencias que nunca vivimos/casi casi un amor clandestino/y una luna que pide querer./Hay tanta lluvia limpiando febrero/recordándome en cada aguacero/que un misterio me empuja a volver”.

Y entraba Wirth: “Hoy nos ponemos a hacer los deberes/y debemos probar los saberes/para estar en tu fiesta otra vez./Yo no pretendo en mi voz transformarte/pero sí que pretendo habitarte/desde el lado mejor de mi ser”. Y terminaba todo el coro: “Hoy ojalá que algún día la risa/aliviane un poquito la brisa/tan espesa de tu corazón./Voy asumiendo de a poco mi parte/y por eso decido cantarte/esta ambigua sonata de amor”.

El carnaval siguiente, dos años después (en 2021 no hubo concurso por la pandemia de coronavirus), Queso Magro presentó el espectáculo Acartonado. La canción final de ese espectáculo, “La balsa de cartón”, cantada por Wirth (que ese año integró la cuerda de primos) tuvo gran repercusión. Hay decenas de covers en internet, el video que publicó el propio artista en su cuenta de Youtube tiene doce mil reproducciones y el de la cuenta Momo Virtual, 79.000.

“Cuando me despierto cada día/y en el aire está faltando amor/me paro de repente en una esquina/y empiezo por cantar una canción./Hoy que soplan vientos tormentosos/se agarra de mis pies la desazón/navego con mis cosas más queridas/en una enorme balsa de cartón./Son las alegrías esos barcos/de luz que todo el mundo puede hacer/las cosas, las canciones, las personas/que me hacen cada día renacer./Subí a mi balsa en noches de febrero/ silencio, fuego, amores y amistad/ algunos discos, libros y recuerdos/los ojos siempre brillan/ mirando hacia la orilla/ cruzando con mi balsa el vendaval./ Los ojos ojos siempre brillan/ mirando hacia la orilla/ cruzando con mi balsa el vendaval”.

En 2024 la murga láctea obtuvo el cuarto puesto en el concurso con su espectáculo 2074, ganó mejor libreto del carnaval, mejor cuplé, mejor labor artística colectiva y mejor letrista de murga. A Wirth y Kornecki se les sumó Nelson Fernández para cantar la canción final, con Rodrigo Moyano en guitarra: “Mucho ruido/y me pierdo entre mis certezas/desde el miedo aseguro que el pasado fue mejor/y no puedo soltar mi camino/la mirada sobre el futuro/se repite y predice que se viene lo peor/intentando marcar un destino/cómo agita la marea los cambios/sopla el viento pero no lo puedo seguir/me refugio en lo que fui/horizontes distantes/parecen lejanos pero ya están por acá/mucho ruido/asustándonos que todo pinta mal/como si me contaran de antes el final/lo que fue y lo que será/lo que queda por vivir/hoy prefiero renovar la mirada/es así como me quiero volver a encontrar/esperando el porvenir”.

Y este carnaval, en su espectáculo Prendido fuego, el Queso volvió a apostar por Wirth, Kornecki y Moyano para la canción final, que afianza la apuesta que la murga comenzó en 2020 por incluir en sus espectáculos, antes de la retirada, unos minutos dedicados a la ternura.

“Puede ser que de tanto incendiarme/ precise estar más cerca mío/ y apagarme, refugiarme sin arder./ Puede ser que me veas distinta/ pero al final soy esa misma/ con mis luces y mis grises, puede ser/ También soy yo/ sin encenderme siempre/ y sin estar tapando mi dolor/ que se quedó escondido entre las llamas/ también soy yo si no grita mi voz/ Puede ser que precise librarme/ descansar de obligarme/ a incendiarme y mostrarme sin ser yo./ Puede ser que me quede más callada/ para escuchar cómo es mi canción/ un apagón que me ayude a encontrarme/ para encender de nuevo el corazón”.

Este martes 4 de marzo, si el clima lo permite, Queso Magro sube al Teatro de Verano Ramón Collazo en la séptima etapa de la Liguilla.