La microbiología ha avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas y hoy sabemos que el microbioma, las bacterias y otros microorganismos que viven en nuestro cuerpo afectan el funcionamiento del cerebro, el sistema inmunológico y hasta nuestra conducta. En un estudio realizado por Tracy Bale y sus colegas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland y publicado en Nature Neuroscience, afirma que el microbioma de la vagina de la madre es capaz de afectar el nivel de estrés en las crías de ratones.

En el trabajo, los investigadores observan que tanto aquellos ratones nacidos por cesárea de madres que estuvieron bajo estrés durante la gestación, como aquellos cuyas madres no padecieron estrés durante el embarazo pero que fueron impregnados con exudados vaginales de madres estresadas, presentaron menor crecimiento y peso corporal y un aumento de los niveles de las hormonas de estrés. Lamentablemente, el microbioma vaginal de madres no estresadas no fue útil para revertir los síntomas generados en aquellas crías que se gestaron en madres estresadas. En humanos el estrés maternal durante el embarazo es un factor de riesgo para múltiples desórdenes, pero no se sabe si la microbiota vaginal incide en ello. “Vale la pena investigar si los efectos que encontramos en los ratones también son válidos para los humanos”, afirma Bale y, seguramente, nos volvamos a sorprender ante cómo la sociedad con bacterias ayuda a entender lo que somos.

Artículo: “The maternal vaginal microbiome partially mediates the effects of prenatal stress on offspring gut and hypothalamus”

Publicación: Nature Neuroscience (2018)

Autores: E Jašarevi, C Howard, K Morrison, A Misic, T Weinkopff, P Scott, C Hunter, D y Tracy Bale.