Carolina Cosse, ministra de Industria, Energía y Minería, Juan Cristina, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), y Leonardo Loureiro, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), fueron los expositores de la actividad denominada “La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de Uruguay”, evento enmarcado en el Día del Futuro que se desarrolló el martes en la diaria y organizado por la Asociación Uruguaya de Licenciados en Desarrollo.
Como disparador de la conferencia, la moderadora Martina Lejtreger citó el paradigma del triángulo de Sábato, un modelo de política científico-tecnológica ideado por el físico argentino Jorge Sábato –primo hermano del escritor Ernesto– que establece que para que realmente exista un sistema científico y tecnológico, debe haber una interacción fuerte y permanente entre el Estado, la infraestructura científico-tecnológica y el sector productivo.
En primer lugar, Loureiro cuestionó ese paradigma y afirmó que, de acuerdo a su criterio, la sociedad civil también es parte del sistema de innovación, por lo que la figura más acertada para graficar esta idea es un rombo. Afirmó que su sector es muy particular, “porque somos los mayores consumidores de proyectos de innovación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación”. El presidente de la CUTI agregó que el vínculo de su sector con la academia es tan fuerte que en el pasado llevaron adelante “un emprendimiento conjunto con la Udelar con el Centro de Ensayo de Software”. Por otra parte, puso el foco en la descentralización. Afirmó que su sector quiere “que la gente sea feliz”. “Queremos llevar el centro de desarrollo de las empresas a todo el país. La academia se descentralizó, pero la industria aún tiene mucho por hacer” en ese aspecto, sostuvo.
Por su parte, Juan Cristina comenzó planteando la idea de lo que es la ciencia y de la tarea que lleva a cabo. “Hay una imagen en la sociedad de lo que es la ciencia que ha sido transmitida por los medios”, dijo, y puso como ejemplo las películas en las que el científico es malo y quiere dominar al mundo, que es salvado por los James Bond”. Para el decano de Ciencias, hay que trabajar para revertir esa imagen de la ciencia.
Con respecto a la situación objetiva de Uruguay, Cristina afirmó que “en el siglo XXI es difícil que un país pueda sobrevivir siendo sólo una plaza financiera o un productor de materias primas. Hoy el mundo es global y es exponencial. Una sola innovación nos deja fuera del mercado”. También recordó que “la realidad nos lleva a un mundo en el que para 2034 se piensa que más de la mitad de los trabajos van a estar automatizados. De ahí la importancia que tiene la ciencia en la educación de los ciudadanos del siglo XXI”.
La ministra Cosse fue la última expositora del evento. En una de sus primeras intervenciones dijo que en el terreno de la innovación y la ciencia “Uruguay tiene enormes oportunidades por múltiples motivos: al ser un país de tres millones de habitantes y con voluntad política y dirección, en una década se ha podido sacar gran cantidad de gente de la pobreza, cambiar la matriz energética y reformar el sistema de salud”. “Es tiempo de mirar más lejos, y hemos demostrado que tenemos una musculatura que nos permite hacer cambios”, señaló. La jerarca agregó que “la innovación no debe depender de una institucionalidad sino de una estructura, y la innovación tiene que depender de la investigación y el desarrollo. Sin investigación y desarrollo no hay innovación posible, aunque esa i+d [investigación y desarrollo] no tenga directamente que ver con la tecnología”.
Cosse sostuvo que están dadas las condiciones para definir un camino certero para que Uruguay sea un país de educación en ciencias. “El país que me imagino se define como uno que orienta su educación hacia la ciencia”, dijo, aunque aclaró que eso no implica minimizar la formación humana. “En vez de detenernos en detalles administrativos de la educación, deberíamos hacer esfuerzos hacia la definición por una educación en ciencia”, afirmó.
La ministra agregó que se definieron cuatro áreas a promover –diseño, biotecnología, industrias creativas y manejo de datos– y que es fundamental educar a la gente “no para que aprenda una tecnología, sino para que esté preparada para los cambios”. Además, Cosse dijo que le parece poco justo que si bien 80% del conocimiento científico se genera en la Udelar, no sea conocido por el resto de la sociedad. “Creo que ahí tenemos un terreno importante para trabajar”, afirmó.