“Un tercio de la población uruguaya, por el lado materno, desciende de indígenas”, dice la antropóloga Mónica Sans y ya con una frase interpela mucho de lo que se ha escrito y enseñado de la historia nacional sobre nuestros antepasados y la construcción de la identidad uruguaya. Si los aportes de la investigadora, pionera en antropología biológica, han permitido, mediante técnicas moleculares, reescribir la historia de quienes vivían en nuestro territorio, Sans va por más: recibió el premio nacional L’Oréal-UNESCO “Por las mujeres en la ciencia” por el proyecto “Filogeografía de cromosomas Y para la comprensión del origen y las relaciones de los indígenas del Uruguay y sus descendientes”.
En la ceremonia de entrega del galardón, autoridades de L’Oréal Uruguay, de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), de UNESCO y del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) destacaron la relevancia de este reconocimiento por los aportes que hace el proyecto a la sociedad uruguaya, así como la importancia del programa “Por la mujeres en el ciencia”, debido a su aporte a la visibilización de las mujeres en el desarrollo de conocimiento científico.
La investigadora obtuvo un fondo de 20.000 dólares para continuar con su investigación sobre la historia de nuestros antepasados. A diferencia de sus trabajos anteriores, esta vez Sans abordará el estudio del cromosoma Y, es decir, la línea paterna de descendientes de indígenas en Uruguay. El desafío es “mucho más difícil”, porque “en todas las sociedades latinoamericanas el proceso básico que ocurrió fue que las mujeres indígenas se cruzaron con los hombres europeos”, explica la antropóloga del Departamento de Antropología Biológica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, y adelanta que “probablemente sea mucho menor” el porcentaje de población que descienda de indígenas por el lado paterno.
Desde hace 21 años el premio L’Oréal-UNESCO distingue a investigadoras destacadas que desde diferentes ramas de la ciencia han “contribuido al progreso del conocimiento científico y beneficiado a la sociedad”. En Uruguay se entrega desde hace 12 años y ha sido declarado de interés por el MEC y la ANII. Sans destacó que se trata de un premio “fantástico” para las mujeres “en general”, que permite demostrar “que se puede llegar a tener proyectos financiables y de calidad“. ”Enaltece a la mujer como científica, porque muestra su obra y en qué se está trabajando”, sostuvo.