2020 fue tanto el año de la pandemia como el del reconocimiento del valor de nuestra ciencia. Todo parecía indicar que la nueva normalidad incluiría esfuerzos para fortalecer a la comunidad científica y aprovecharla para la toma de decisiones basadas en evidencia. Sin embargo, los números dados a conocer en el Programa Operativo (POA) de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para 2021 no reflejan lo que la ciencia hizo por el país en 2020 (ni lo que implica para un país un sistema científico saludable).
De acuerdo a documentos publicados en el propio sitio de la ANII, en 2019 el POA destinaba 17,44 millones de dólares al rubro investigación, mientras que el POA de 2021 planea ejecutar en investigación apenas 9,81 millones. De esta manera, el recorte en el presupuesto designado a la investigación científica de la agencia es de 43,7% en comparación con 2019, cuando el mundo no atravesaba una pandemia. En el caso de lo invertido en formación, que incluye becas para posgrados tanto aquí como en el exterior, instancias en las que se forman los nuevos investigadores e investigadoras, mientras que en 2019 se destinaban 5,6 millones de dólares, en 2021 el POA asigna sólo 3,92 millones, lo que implica un recorte de 30,3%. Algo similar sucede con la innovación: de 8,00 millones de dólares dedicados en el POA de 2019, la ANII pasa en 2021 a 5,39 millones, un recorte de 32,5%. El rubro destinado a emprendimientos recibe un recorte menor, de 15,7%. También es alarmante el recorte que recibe el portal Timbó, que permite el acceso a todas las personas del país, investigadoras e investigadores incluidos, a la literatura científica del mundo: mientras que en 2019 se destinaron 2,05 millones de dólares, en 2021 el POA establece un gasto de un millón, lo que implica un recorte de 51,3%.
Estos datos fueron motivo de análisis del Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República, que en su sesión del 23 de febrero adoptó algunas resoluciones al respecto.
Respecto del Portal Timbó, que desde hace meses ha experimentado un recorte a las publicaciones científicas a las que se puede acceder, afirma el órgano universitario que “el portal Timbó y su crecimiento significaron un impulso fundamental al desarrollo científico y tecnológico nacional al servicio del país” y que con estos recortes “la comunidad académica nacional, de instituciones públicas y privadas, ha perdido acceso a un importante conjunto de publicaciones de gran relevancia para el quehacer científico”. Señalan que este recorte al acceso de títulos y de inversión “fue resuelto sin consulta previa a sistemas de bibliotecas o investigadores que pudieran valorar técnicamente el impacto de la cancelación de las diversas suscripciones”.
El CDC luego resuelve “presentar un pedido de informe” para saber “el detalle de las suscripciones a revistas y colecciones que han sido eliminadas, los criterios en los que se ha sustentado dicha eliminación y si esta supresión es temporal o definitiva”, “manifestar su preocupación por la ausencia de diálogo para la toma de decisiones fundamentadas en criterios académicos”, así como “expresar enfáticamente la necesidad del acceso a información científica de actualidad y calidad para el desarrollo de investigación nacional de primer nivel”. También destacan “la importancia de que Uruguay defienda el modelo de acceso universal a la literatura científica, con financiamiento público, que ha sido la marca del portal Timbó-Foco”.
Con relación al Plan Operativo 2021 de la ANII, el órgano universitario consigna que “recorta significativamente los fondos asignados a diversos programas”, así como que “el cierre temporal de ventanillas de financiación para emprendimientos e innovación por falta de presupuesto impacta negativamente en el fortalecimiento de capacidades y deteriora procesos de crecimiento en los sectores productivos”. En cuanto a los recortes en fondos para la investigación, consignan que “se impacta drásticamente en todo el tejido académico-innovador”, y a los de recortes de formación, que “se afecta la capacidad de retener y atraer talentos”.
Por estos y otros motivos, el CDC resuelve “manifestar su profunda preocupación por el debilitamiento del sistema científico y cultural nacional”, advierten que “la calidad de la educación superior, en la enseñanza de grado y posgrado, se sustenta en recursos humanos altamente calificados insertos en procesos de investigación cuyas fuentes de financiamiento están siendo socavadas” y al tiempo expresa “su alarma ante la pérdida de recursos humanos por falta de oportunidades como el financiamiento de los posdoctorados, que se suma al déficit en la financiación del programa de Régimen de Dedicación Total de la Universidad de la República”. Por todo esto, resuelven “exigir que se asignen los recursos adecuados para el desarrollo científico y de innovación del Uruguay”.