El lunes falleció el reconocido divulgador científico Gonzalo Vicente Vicino. Tuvo una larga y exitosa carrera profesional, vinculada a la docencia, pero además se dedicó siempre a acercar la ciencia, y en particular la astronomía, a la gente común, utilizando un lenguaje llano y comprensible. Son recordadas sus audiciones radiales, conferencias y su trabajo como guía de visitantes a su observatorio astronómico, denominado Eta Carinae, en Villa Serrana, Lavalleja (ver recuadro).

Vicino fue encargado de programación docente del Planetario Municipal de Montevideo (1962-1969), profesor (efectivo por concurso de oposición y méritos) del Consejo de Educación Secundaria, e inspector de Astronomía (1985, hasta su retiro en 1996). Fue también miembro consultante de la Comisión 46 (sobre enseñanza de astronomía) de la Unión Astronómica Internacional desde 1988. Participó en numerosos congresos, simposios y coloquios internacionales sobre el tema de la educación por medio de las ciencias (Estados Unidos, España, Brasil, Chile) y fue invitado a dictar cursos de formación de profesores de astronomía en España, Venezuela y Chile.1

Vicino fue autor de libros de divulgación de la astronomía y de enseñanza de esa disciplina, como Ya está aquí el cometa Halley (1985), Atlas de cielo (1987), Hacia una didáctica de la astronomía (1989), Prácticas de astronomía (1991), Las estrellas (1995), y Relatividad y cosmología (2003, reeditado en 2008).

Además, desarrolló su tarea docente por medio del Taller de Astronomía Amateur, que tuvo 12 años de actividad, y en torno al cual fue creada la Fundación Astronómica Uruguay.

También se dedicó a la fotografía y estuvo vinculado al Foto Club Uruguayo.

Vicino fue preso político de la dictadura cívico-militar y estuvo recluido en el penal de Libertad entre 1974 y 1977. Luego de ser liberado, se fue a vivir al exilio, y regresó a Uruguay en 1985.

Foto de Gonzalo Vicino del 1 de setiembre de 1981, cuando asumió la presidencia el general Gregorio Álvarez.

Foto de Gonzalo Vicino del 1 de setiembre de 1981, cuando asumió la presidencia el general Gregorio Álvarez.

El fin del observatorio Eta Carinae

Gonzalo Vicino adquirió unos solares en Villa Serrana y en 1997 instaló un observatorio donde comenzó a realizar excursiones con aficionados a la astronomía o simples curiosos que querían mirar mejor la bóveda celeste en las noches. Una vez contó que llegó a reunir a 320 personas en un solo día. Sin embargo, el 18 de octubre de 2017 debió abandonar el lugar por un lanzamiento judicial. Según explicó el propio Vicino en la cuenta de Facebook de la Fundación Astronómica Uruguay, la situación se debió a “un error” que cometió hacía 50 años, cuando compró los terrenos, pero no escrituró. Una nueva administración, la sociedad anónima Villa Serrana, “empezó a revender todos los solares, incluso aquellos que ya estaban edificados. Por ejemplo, el solar donde está el edificio del Observatorio fue vendido a otra persona”, así como otros solares vecinos a ese predio, escribió.

“Lamentablemente, probablemente por mis varias mudanzas durante esos años, perdí una carpeta con todos los recibos de pago de mis cuotas, y no tuve cómo comprobar mi compra de esos solares”, agregó. Vicino recurrió a instancias judiciales y presentó a testigos de todo el tiempo que estuvo en el lugar, pero “la jueza actuante consideró que el tiempo” desde la construcción “no alcanzaba los 30 años que marca la ley”. Fue intimado al desalojo y finalmente desalojado del lugar. “Con la ayuda de muchos y muy buenos amigos pudimos vaciar el edificio, con sus valiosos instrumentos, más todo lo demás que hay en una casa”.

Sobre la muerte de Gonzalo Vicino: “Siempre lo vi como un gran divulgador, como una persona que tenía puesta la camiseta de la astronomía permanentemente”

Leo Lagos

Tenía 11 años cuando el cometa Halley decidió cruzar su trayectoria con la mía. A mi abuela, que sabía que en casa la serie Cosmos, de Carl Sagan, había sido un éxito, no se le ocurrió mejor manera de celebrar este cruce de órbitas que, mientras visitábamos la Feria Nacional de Libros, Grabados, Dibujos y Artesanías, regalarme un ejemplar de Ya está aquí el cometa Halley. Su autor estaba presente en el puesto, y pese a que yo no lo conocía, la abuela lo tenía bien ubicado y no descansó hasta que le firmara el libro al nieto. Ese fue mi primer libro de ciencia autografiado. Y Gonzalo Vicino, el primer astrónomo uruguayo que tuve el placer de leer.

Este martes un compañero de redacción me envía un mensaje de la asociación de ex presos políticos Crysol. “Lamentamos tener que informar que el día de ayer, lunes 8 de febrero de 2021, falleció el compañero Gonzalo Vicente Vicino Bermúdez, en Montevideo. Gonzalo Vicino (N° 1649 en el EMR N°1) estuvo detenido desde 1974 a 1977 durante el terrorismo de Estado”. Se despiden con un “hasta siempre, Gonzalo”. Las piezas se reacomodan (aquel niño de 1985 ignoraba que al astrónomo que observaba las estrellas se las habían hecho ver durante la dictadura). Consciente entonces de los baches sobre el tema, busco un testimonio más calificado para despedir a Vicino.

Vicino visto desde el Planetario

“Fue siempre un referente a nivel de divulgación de la astronomía, y de hecho, a fines de los años 60, fue conferencista por varios años del Planetario Municipal”, recuerda el hoy director del Planetario, Óscar Méndez. “Se fue un exponente de la generación previa a internet”, agrega, y es cierto. En los buscadores apenas si aparecen sus libros en Mercado Libre o Librería Pocho, y hay algunas pocas menciones en artículos periodísticos, como una del periódico La Nación, de Argentina, que en 2001 reportaba que “un profesor uruguayo retirado descubrió una nueva nebulosa” en la constelación de la Cruz del Sur.

“Siempre lo vi como un gran divulgador, como una persona que tenía puesta la camiseta de la astronomía permanentemente”, prosigue Méndez. “Imponía una presencia muy especial, porque comunicaba muy bien, muy claramente, con una capacidad enorme para la improvisación y con una voz privilegiada, una voz al estilo de la de [Alberto] Candeau, una de esas voces graves, profundas y con reverberación”.

Méndez ha escuchado varias anécdotas del período en que Vicino estuvo preso en el penal de Libertad durante la dictadura. Algunas las escuchó de boca del propio Gonzalo, otras de quienes compartieron el encierro, otras de colegas de la Sociedad Uruguaya de Astronomía. “El llevó la astronomía a todas las circunstancias que le tocó vivir. Estando preso, logró convencer a sus carceleros para que le permitieran ofrecer conferencias de astronomía para los otros reclusos. Para ello, usó diapositivas que hizo a mano, vaya a saber uno cómo”, relata.

“Luego de la dictadura y del exilio, Vicino vuelve a Uruguay y sobre la segunda mitad de la década de 1980, asume la Inspección de Astronomía en Secundaria”, reseña Méndez. “Ese fue uno de los aportes más grandes de Gonzalo, porque impulsó un cambio de plan muy profundo que le renovó la cara a la asignatura”. Méndez cuenta que cuando cursó la materia en secundaria, “el programa consistía básicamente en astronomía de posición y no incluía prácticamente nada de astrofísica”. Eso cambió con Vicino: “Él revirtió esa situación, dándoles mucho énfasis a los temas astrofísicos. Creo que fue un acierto, porque si uno quiere despertar el interés por la disciplina en los jóvenes, temas como la formación de las estrellas y las galaxias, cómo es la superficie de Venus o Marte, son más atrapantes que, por ejemplo, los cálculos de órbitas”.

Pero no sólo impulsó un nuevo plan para la materia. Méndez apunta que Vicino, en la década de 1990, “junto con otras personas vinculadas a la astronomía, protagonizó la resistencia que evitó que quitaran la materia de la currícula de secundaria”. Al mismo tiempo, destaca otro aspecto de aquella época: “En Secundaria le abrió la puerta a muchísima gente, dentro de la que me incluyo, para que diera clases de astronomía pese a no tener una formación didáctico-pedagógica específica. Era una época en que había pocos egresados, tanto del IPA como de la Facultad de Ciencias”.

“En resumen, se va una de las figuras históricas de la astronomía uruguaya del siglo XX, que aportó muchísimo a nivel de la docencia y la divulgación de la disciplina”, cierra Óscar Méndez.

Gonzalo Vicino tenía un carácter fuerte y vehemente que lo llevó, en no pocas ocasiones, a tener relaciones tensas con el resto de la comunidad académica y astronómica. Aun así, el testimonio de Méndez, apenas uno entre tantos otros posibles, atestigua que así como a aquel niño de 11 años, Gonzalo Vicino dejó su marca, como la cola del cometa Halley en el cielo nocturno, en la enseñanza y la divulgación de la astronomía desde este rincón del planeta.

Foto de Gonzalo Vicino merecedora de una mención en el concurso de astrofotografía de la Sociedad Urugyuaya de Física de 2009.

Foto de Gonzalo Vicino merecedora de una mención en el concurso de astrofotografía de la Sociedad Urugyuaya de Física de 2009.


  1. Tomado de relatividad y cosmología, de Gonzalo Vicino. 2008, Fundación Astronómica Uruguay.