La última vez que este cometa visitó la Tierra, nuestro planeta no estaba calentándose sino en un período glacial. Los neandertales, los denisovas y los Homo sapiens aún convivían en Eurasia, por lo que tal vez tres tipos de humanos se hayan impresionado al verlo en el firmamento. C/2022 E3 (ZTF) es un cometa de órbita extendida y demora 50.000 años en dar una vuelta alrededor del Sol. Si bien lleva varios miles de millones de años dando vueltas alrededor de nuestra estrella, fue descubierto en marzo del año pasado en un observatorio en California gracias al programa Zwicky Transient Facility, cuya sigla es parte de su nombre. Hoy, 1° de febrero, alcanzará su distancia más próxima a la Tierra, pasando su órbita a unos 42 millones de kilómetros. Como referencia, la Luna se encuentra a 300.000 kilómetros. Aun así, el cometa podrá ser visto a simple vista en el cielo nocturno de nuestro país, siempre y cuando se cumplan algunas condiciones.

Cuando pase por el punto más cercano a la Tierra, según el comunicado del Observatorio Astronómico Los Molinos, tendrá una magnitud de entre 5,2 y 5,6, “el equivalente a las estrellas más tenues que pueden detectarse a simple vista en el cielo sin contaminación lumínica”. Pero no será ese el momento en el que, suerte mediante, podremos observarlo.

El presidente de la Asociación de Aficionados a la Astronomía, Gerardo Chans, explicó la forma de encontrar al astro en el cielo nocturno, y señaló que si bien es el 1° de febrero cuando más se acercará a la Tierra, “recién a partir del 5 se separará lo suficiente del Sol como para que se lo pueda visualizar” desde nuestro hemisferio. Sin embargo, enfatizó que es posible que aún no se pueda apreciar en esos días, porque “desde nuestra perspectiva todavía estará muy bajo sobre el horizonte”, por lo cual la fecha ideal para observarlo probablemente sea a partir del 12 de febrero.

En esos días, el astro se encontrará a 30 grados sobre el horizonte Este, en dirección de la constelación del Toro. Como guía para quienes tienen telescopio, apuntó que “pasará cerca de donde vemos al planeta Marte”, por lo cual “se puede enfocar al planeta para encontrarlo”. Sin embargo, entonces no será visible a simple vista, ya que a partir del 8 de febrero se estima que su magnitud obligará a que debamos usar binoculares –de buena calidad– o telescopios pequeños.

En el comunicado del Observatorio Astronómico Los Molinos proponen que “un buen momento para intentar encontrarlo será el día 10, entre las 21.00 y las 22.20 (antes de la salida de la Luna), ya que se encontrará muy cerca de la posición del planeta Marte, con una magnitud de entre 6 y 6,5, lo que requiere de algún instrumento”.

Un visitante que se toma su tiempo

Si bien se estima que C/2022 E3 (ZTF) hizo su última aparición en el cielo terrestre hace 50.000 años, los astrónomos señalan que el cálculo de la órbita de un cometa es un asunto delicado.

Gonzalo Tancredi, astrónomo y docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, explicó a la diaria que los cometas “son de los objetos más inciertos para hacer predicciones”, ya que su órbita no sólo está determinada por la atracción gravitacional que le ejercen el Sol y los planetas.

El núcleo de un cometa está compuesto esencialmente por una mezcla de hielo y polvo. Al acercarse al Sol, explicó Tancredi, el hielo del cometa se calienta y rápidamente pasa a la fase gaseosa. Esta sublimación genera un “efecto jet” que no sólo lo propulsa a través del espacio a enormes velocidades, sino que “también afecta su órbita”. Es por esto que los cometas son más erráticos, y sus trayectorias más difíciles de reconstruir que las de otros objetos espaciales.

Pero esto, que complica los cálculos, también hace que los cometas sean atractivos a la vista. Al liberarse el vapor de agua, el cometa aumenta su brillo, ya que el vapor arrastra las partículas de polvo y da lugar a la formación de su característica coma o cabellera de los cometas. Este fenómeno “depende mucho de su composición química”, señala Tancredi, y justamente esa composición es la que puede hacer la diferencia en que lo veamos bien o no. El largo de la cola también tendrá que ver con cómo el viento solar, la presión de la radiación del sol, impacta en la cabellera.

Este cometa en particular, cuyo nombre científico es un poco aparatoso, se ganó el apodo de “cometa verde” debido al tono esmeralda que tomó al pasar cerca del Sol. De hecho, su color es relevante para revelar detalles sobre su composición química, ya que al analizar el espectro electromagnético de un objeto, los astrónomos pueden deducir los materiales que lo componen. En este caso, el astro debe su tonalidad a la presencia de carbono diatómico, que al entrar en contacto con los rayos ultravioletas del sol tomó una apariencia verdosa.

Los cometas de largo período pueden estar milenios sin visitar el Sol. Esto los diferencia de los cometas periódicos, como el famoso Halley, que tienen órbitas de una duración inferior a los 200 años (el cometa Halley nos visita entonces bastante más seguido que el cometa verde, aproximadamente cada 75 años). Tancredi comentó que mientras “se conocen menos de 1.000 cometas de órbita corta”, se estima que los de largo período “son más de un millón”.

Tancredi, a su vez, resaltó la importancia del estudio de los cometas. Durante la formación del Sistema Solar, “quedaron remanentes”, es decir, objetos sobrantes, tanto de los planetas rocosos, más cercanos al Sol, como de los planetas gaseosos, más lejanos a nuestra estrella. Los objetos remanentes de la creación de los planetas rocosos son los asteroides, mientras que los remanentes de los planetas gaseosos son los cometas. El astrónomo subrayó que el estudio de asteroides y cometas “es muy relevante”, porque “son los objetos menos alterados del Sistema Solar”, y por lo tanto “nos dan información sobre las condiciones en que este se formó” hace aproximadamente 4.000 millones de años.

Para verlo desde casa

Las chances de ver a C/2022 E3 (ZTF) a simple vista desde Uruguay son extremadamente bajas. Quienes puedan apuntar un telescopio quizás tengan mejor suerte. Pero aun así, hay una forma de ver al cometa disponible para todos: la transmisión gratuita que hará por streaming el Proyecto Telescopio Virtual. La transmisión podrá verse a partir de la 1.00 del jueves 2 de febrero en el canal de Youtube @GianMasiVirtualTelescope