Los seres humanos llevamos varios miles de años tatuándonos los cuerpos, pero poco más de 100 poniendo los tatuajes como centro de publicaciones científicas. Una rápida búsqueda en una base de datos de este tipo de artículos nos lleva a fines del siglo XIX. Por ejemplo, en 1878 aparecía en la publicación Notes and Queries un texto titulado Marineros y marcas de tatuajes. Allí un tal Ed. Marshall analizaba la idea de si había sustento para afirmar que la costumbre de que los marineros lucieran tatuajes tenía que ver “con el deseo de ser identificados en caso de ahogarse al caer y aparecer en la costa”. Aquella publicación abordaba el aspecto cultural de los tatuajes. Al tiempo, con el auge de la medicina, la literatura científica comenzó a abordarlos por allí también.

En 1913, en la revista Journal of the Royal Society of Medicine, veía la luz el trabajo “Caso de (?) infección tubercolosa en tatuajes”, en el que se reportaba que un hombre se había retocado los tatuajes de ambos brazos y consultaba al doctor Pearcy Sargent porque le había aparecido allí una hinchazón. En 1928, en la revista Archives of Dermatology and Syphilology, se publicaba el trabajo “Tatuajes y sífilis”.

Desde entonces mucha agua ha pasado debajo del puente y muchísima tinta debajo de la piel. Y así llegamos a 2025, cuando el investigador Nicolas Kluger, del Departamento de Dermatología, Alergología y Venereología de la Universidad de Helsinki, Finlandia, decidió publicar los resultados de un trabajo que realizó por saber qué tanto interés había hoy en día por los tatuajes en varios países del globo. Lo que encontró tiene resultados interesantísimos, tanto a nivel general como para nuestro país en particular.

Nicolas Kluger no escribió un artículo científico para reportar su investigación, sino que prefirió transitar un camino por el que viene dando a conocer sus hallazgos desde hace un tiempo: enviando una breve correspondencia a una publicación. Muchas revistas tienen una sección para estas cartas o comunicaciones breves, la mayoría de ellas arbitradas (es decir, que son revisadas por editores que conocen de la temática). Así las cosas, en marzo de 2005, en la sección Correspondencia de la revista Annales de Dermatologie et de Vénéréologie, Nicolas publicó una nota de sólo tres carillas, extremadamente jugosa, titulada algo así como “El interés mundial por los tatuajes está en declive, mientras que el interés por su eliminación está en aumento”. Vamos a ver qué nos cuenta.

Estudiando los tatuajes mediante Google

Nicolas Kluger lleva años estudiando los tatuajes. De hecho, este trabajo es una actualización de una investigación que ya había realizando, empleando la misma metodología, en 2019 (en aquel entonces mandó una correspondencia a la revista Dermatology con el título “Análisis del interés mundial por los tatuajes según Google Trends”). ¿En qué consiste su metodología? En tratar de medir el interés por los tatuajes recurriendo justamente a las búsquedas que las personas hacen sobre ellos en la plataforma Google. Es una forma indirecta, con algunas deficiencias (que el propio Nicolas reconoce y que abordaremos más adelante), pero al menos permite tener una idea de qué está pasando.

“Google Trends es un valioso sitio web que proporciona datos sobre el volumen relativo de búsquedas de consultas y temas a lo largo del tiempo y en diferentes zonas geográficas (mundial, nacional, ciudad)”, señala Nicolas, lo que “permite la evaluación estacional y a largo plazo de las tendencias de interés público”. Para esta ocasión, trabajó con datos de búsqueda del término “tatuaje” y “remoción de tatuaje” a nivel mundial entre enero de 2004 y octubre de 2024. Nicolas entonces analiza país por país poniéndoles un valor a los datos no en función de las cantidades en que cada término se buscó por país, sino “a porcentajes relativos al total de búsquedas en la zona geográfica y el período de tiempo especificados”. Así las cosas, elabora un índice de 0 a 100 de acuerdo a la proporción de la búsqueda de estos términos con relación a las de todas las demás búsquedas por país (siendo 100 el índice que obtiene el país con mayor porcentaje de búsquedas de estos términos con relación al resto).

En otro trabajo anterior, que implicó una encuesta a más de 11.000 participantes de Francia, China, Brasil, Rusia y Estados Unidos, Kluger y otros colegas habían obtenido una aproximación a la prevalencia de tatuajes en la población mundial (eso se comunicó, también en una correspondencia de 2019, titulada algo así como “Prevalencia del tatuaje y sus motivaciones en cinco grandes países del mundo” en la revista Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology, que escribió junto a sus colegas franceses S. Seité y C. Taieb).

Allí sí midieron cantidad de personas con tatuajes de forma directa. Y lo que reportaron fue que “la prevalencia de los tatuajes es de aproximadamente 18% en todo el mundo”, ya que tal era el promedio de los cinco países analizados. La prevalencia menor se daba en Rusia, donde tenían tatuajes sólo 11,7% de los encuestados, y la mayor tenía lugar en Estados Unidos, donde 31,5% de los participantes tenía al menos un tatuaje.

Volvamos a su correspondencia actual. ¿Hay mayor interés en los tatuajes o no? ¿Se da lo mismo en todas partes?

Latinoamérica tatuada

En su nota, Nicolas reporta que “de 2004 a 2018 hubo un aumento constante en la popularidad de los tatuajes”, pero que desde entonces “se observó una caída”. Las cosas se complicaron aún más con la pandemia: “Hubo una caída notable en abril de 2020 debido a la pandemia de covid-19”, señala el trabajo. Terminado lo peor de la pandemia, hubo un leve aumento —un efecto del fin de los confinamientos, llegando a decir Nicolas que hubo una moda de tatuajes covid que conmemoraban aquello—, pero, aun así, la tendencia es marcada: “Se observa una disminución general desde 2019”.

Y entonces llega el primer dato llamativo para nuestra región. “A lo largo del período 2004-2024, sólo los países latinoamericanos aparecen consistentemente entre los diez principales buscadores”. Más aún: en la lista de los 20 países donde más se buscó el término tatuaje, Nicolas reporta que 14 son países latinoamericanos.

Los países no latinoamericanos que figuran en este ranking de los 20 donde según este marco habría más interés en los tatuajes son Estados Unidos (puesto 13), Australia (puesto 15), Italia (puesto 18), Nueva Zelanda (puesto 19) y España (puesto 20). En el trabajo, entonces, el autor sostiene que si tomamos en cuenta la matriz latina de Italia y España, la latinización del tatuaje abarca 16 de los 20 países que mostraron mayor interés.

Tras señalar que Filipinas “es el único país asiático que figura entre los 20 primeros”, Nicolas entonces dice que sus resultados “revelan la consistente popularidad de los tatuajes en América Latina a nivel mundial”. Así las cosas, ¿qué pasa con los tatuajes y Uruguay?

¿Tatuados con Artigas?

En la nueva nota de Nicolas hay datos interesantes sobre nuestro país. Pero esos datos se aprecian mejor al compararlos con la serie temporal que publicó en 2019 donde midió las búsqueda del término con Google Trends cada cuatro años entre 2006 y 2018.

Mientras que en 2006 y 2010 Uruguay no estaba entre los 20 países donde más se buscaba el término, en 2014 Kluger registra un súbito aumento del interés: pasamos de no estar en el top 20 de países a debutar en 2014 en el quinto puesto mundial (siguiendo a Argentina, Puerto Rico, Costa Rica y Brasil). En 2018 caímos un poquito: quedamos sextos a nivel mundial (luego de Costa Rica, Brasil, Argentina, Grecia y México).

En este nuevo trabajo, Uruguay vuelve a escalar posiciones: quedó en cuarta posición luego de Brasil, Costa Rica y Argentina a nivel mundial. Así las cosas, en todo el planeta, a juzgar por las búsquedas en Google, Uruguay es el cuarto país en el que los tatuajes concitan más atención. El dato parece coincidir con la percepción personal, no basada a números, de que aquí los tatuajes se popularizaron explosivamente en las últimas décadas.

Sacándose tatuajes

La caída de países de Europa y Norteamérica en el interés por los tatuajes viene acompañada de otro fenómeno interesante. “En cuanto a la eliminación de tatuajes, el interés ha mostrado un aumento constante sin disminución en los últimos 20 años”, reporta Nicolas. Sin embargo, se da algo curioso: el patrón que reporta Nicolas para la remoción de tatuajes es opuesto al que observó para el interés por ellos.

“Sólo los países angloparlantes se encuentran entre los cinco primeros” en este interés por ver cómo sacarse un tatuaje. En la lista de los 20 países más interesados en la remoción, hay uno solo latinoamericano, Brasil, que aparece en el puesto 12. Puede haber algo de lógica: cuanto más tatuada la población, más probabilidades hay de gente que quiera quitárselos (Brasil también encabeza la lista de países interesados en los tatuajes).

“El interés por la eliminación de tatuajes está aumentando, especialmente en los países occidentales angloparlantes y en Europa”, señala Nicolas. El país que encabeza esta lista es Australia, seguido de Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Solemos decir que a nuestro país todo tarda pero llega. Será interesante observar si esta tendencia también se da en nuestro país o si, en cambio, el interés de los tatuajes en Latinoamérica es independiente de lo que hagan las demás regiones del globo.

¿Por qué Latinoamérica es tatuajefílica?

Sobre el porqué de estas tendencias contrapuestas entre el interés por los tatuajes de los latinoamericanos y el de ver cómo quitárselos de los angloparlantes y europeos, Nicolas es sincero: “El contexto del estudio y los datos de Gogle Trends no ofrecen explicaciones para este fenómeno, por lo que sólo se pueden plantear hipótesis”. Y eso hace Nicolas, que si bien puede errarle al bizcochazo como cualquiera, lleva tiempo estudiando el fenómeno.

A la hora de pensar qué podría estar pasando, hace notar que esta medición sólo abarca a quienes buscan el término en ese navegador en internet. “La disminución podría reflejar simplemente el uso de fuentes de información alternativas”, dice entonces, apuntando a la posibilidad de que hayan usado otros buscadores o incluso “diversas redes sociales”, como Instagram, Youtube o Tik Tok.

En otro sentido, plantea que también es posible pensar “la hipótesis de que el interés disminuyó debido a la globalización y la banalización de los tatuajes, con que ya no se requiere investigación especializada, o que se trate de un cambio generacional de actitud que conduzca a una disminución del interés”. Para responder a esto, habrá que seguir monitoreando el tema. Pero Nicolas tira algunas puntas.

Por ejemplo, señala que “un estudio reciente en Estados Unidos mostró que la mayoría (85%) de los estadounidenses que no tienen un tatuaje afirman que la probabilidad de hacerse uno en el futuro es baja o nula”. Por todo esto, Nicolas concluye que sus resultados llaman a “realizar estudios epidemiológicos en los próximos diez años para evaluar si la prevalencia de los tatuajes se está estabilizando o disminuyendo”.

Tatuajes, latinos y deporte

Ya en su nota de 2019, donde había constatado un creciente interés de los países latinoamericanos por los tatuajes, Nicolas señalaba que él y sus colegas no habían podido “encontrar estudios amplios sobre los tatuajes en poblaciones generales de América del Sur”. Al respecto de si este interés creciente en búsquedas en Google implicaba que hubiera efectivamente más gente tatuada en América Latina que en otras partes, acotaba que no se podía “extrapolar a partir de los datos de Google Trends la prevalencia relativa de tatuajes en países latinoamericanos”, pero sí comentaba que mientras Estados Unidos tenía una prevalencia de tatuajes de 29%, apenas ocupaba el puesto 11 en la lista de países que más buscaban el término. Y entonces nos remitía a otro trabajo suyo sumamente interesante que podía aportar una pista sobre esto.

En 2018 Kruger también había comunicado una investigación en la sección Correspondencia, nuevamente en el Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology. El título esa vez fue “Tatuajes entre futbolistas de élite durante la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018”.

Allí contaba que en el Mundial de Rusia participaron 736 jugadores, de los que 250 (34%) tenían tatuajes. “América del Sur y Central tuvieron la mayor prevalencia de jugadores tatuados (53%) en sus selecciones”, reportaba Nicolas. Así que sostenía que “esta alta prevalencia entre jugadores jóvenes puede ilustrar la tendencia actual en esos países”, es decir, lo que le decía Google Trends en 2019 guardaba relación con lo que veía en los futbolistas del Mundial de Rusia: a los latinos los tatuajes les atraían más que a los demás.

Dicho sea de paso, se preguntó también si los tatuajes guardarían alguna relación con el rendimiento y la disciplina de los jugadores. Sobre eso reportaba que no había encontrado evidencia “de una relación directa entre estar tatuado y marcar goles” y que “ninguno de los mejores jugadores (Luka Modric), el mejor portero (Thibaut Courtois), el mejor jugador joven (Kylian Mbappé) o el máximo goleador (Harry Kane) tenía tatuajes visibles”. En lo relacionado a la disciplina, reportó que “tener tatuajes no se asoció con faltas disciplinarias, lo que descarta la idea preconcebida de una mayor agresividad de los jugadores tatuados en el campo”. Por todo eso, concluía que “estar tatuado no pareció suponer una ventaja o desventaja individual en la cancha para los futbolistas de ese nivel de competición”. ¡Qué lástima! Ya estaba pensando en tatuarme a ver si dejo de ser un patadura.

Correspondencia: Global interest in tattoos in decline while interest in tattoo removal is on the rise
Publicación: Annales de Dermatologie et de Vénéréologie (marzo de 2025)
Autor: Nicolas Kluger.

¿Por qué se tatúa la gente (en algunos países)?

En su nota de 2019 para el Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology, Kluger y sus colegas franceses analizaron cuáles eran las motivaciones que esgrimía la gente para haberse tatuado (en una encuesta que abarcó a 11.079 personas de China, Brasil, Rusia, Estados Unidos y Francia). De allí salieron varios datos interesantes.

  • A nivel mundial, las mujeres se tatuaban más que los hombres (19,4% contra 17,6%). El único país en donde no se dio eso fue Rusia.

  • Los motivos más destacados para tatuarse fueron “celebrar un acontecimiento” (25,6%), el “embellecimiento del cuerpo” (24,6%) y la “expresión de individualidad” (14,8%).

  • Hubo diferencias en las motivaciones al analizar por género. Por ejemplo, a nivel mundial 13,5% de los hombres dijeron haberse hecho los tatuajes “para expresar afecto o amor”, mientras que ese motivo fue esgrimido por sólo 10,2% de las mujeres.

  • En Brasil, único país latinoamericano incluido en la encuesta, el motivo más importante para tatuarse fue la “celebración de un acontecimiento” (31,4%), seguido del “embellecimiento” (28,5%) y la “expresión de individualidad” (11,9%).

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