Desde enero en el departamento de Colonia está vigente una ordenanza que prohíbe el uso y la comercialización de pirotecnia sonora. La reglamentación también prevé la aplicación de multas por parte de la comuna coloniense a los infractores que van de 20 a 300 unidades reajustables, además de la requisa de materiales para quienes se dediquen a su comercialización.

A pesar de la ordenanza, y para celebrar la inauguración de dos piscinas públicas en esa localidad, el municipio de Ombúes de Lavalle contrató el 26 noviembre a una empresa especializada en el lanzamiento de fuegos artificiales que utilizó elementos luminosos pero también sonoros.

En la actividad estuvo presente el intendente de Colonia, Carlos Moreira, y varios directores de la comuna, entre otras autoridades. Pocos días después de la celebración, el alcalde de Ombúes de Lavalle, Marcelo Castro, fue notificado que “posiblemente” la comuna coloniense le aplique una multa a ese municipio por haber utilizado pirotecnia sonora. En diálogo con la diaria, Castro dijo que “todavía no ha llegado la multa, pero lo más probable que así sea”.

El alcalde argumentó que se trata de una “fiesta esperada por más de 50 años” y entre “tanta algarabía se colocaron instrumentos de pirotecnia de bajos efectos sonoros que duraron 45 segundos”. “Sabíamos de la normativa, pero estábamos organizando una gran fiesta y andábamos con la cabeza a mil”, agregó Castro.

El alcalde dijo que si bien la decisión de contratar a una empresa de pirotecnia fue resuelta por el pleno del concejo municipal, “yo asumiré la responsabilidad de esta situación y pagaré la multa”.

Castro criticó la “celeridad” que ha tenido la Junta Departamental para reglamentar el uso de la pirotecnia sonora aunque “todavía no ha resuelto el tema de los escapes libres de las motos, que transitan todos los días y hacen bastante más daño que los fuegos artificiales sonoros en una celebración popular”.