Hace justo un año, en marzo de 2020, con la aparición de los primeros casos de covid-19 en territorio uruguayo, y a la luz de lo que estaba ocurriendo en otras latitudes, el gobierno nacional declaró la emergencia sanitaria. Pocas semanas después se decretó el cierre de fronteras. No fue necesario esperar muchos días más para visualizar los efectos de esas medidas en Colonia del Sacramento, principal puerta de ingreso de los turistas extranjeros a Uruguay y destino turístico reconocido a nivel internacional.
Las centenarias construcciones y las calles de adoquines del antiguo casco colonial cayeron en un estado de soledad incierta. La mayoría de los comercios de la ciudad -restoranes, hoteles, entre otros- cerraron sus puertas por la ausencia de visitantes. El puerto de pasajeros, que desde tiempos inmemoriales mantiene un vínculo estrecho con la terminal portuaria de Buenos Aires, también clausuró sus operativas.
Los locatarios aseguran que Colonia fue el destino turístico más castigado del país. El otoño y el invierno pasados resultaron aciagos; en tanto, en la primavera comenzó a vislumbrarse un movimiento creciente de turistas nacionales, aunque lejos de empardar a la ya añorada presencia de visitantes extranjeros.
“El impacto socioeconómico que tiene el turismo es muchísimo mayor que el de otros sectores tradicionales de la economía uruguaya, como el agro. Una crisis en el sector turístico se traduce en una pérdida automática de puestos de trabajo”, resume el subdirector de Turismo de la Intendencia de Colonia, Martín de Freitas.
A pesar de algunos pronósticos, el verano mostró un rostro mucho más alentador que las estaciones que lo precedieron, con récord de visitantes uruguayos a la capital departamental.
“Se ha destacado el posicionamiento que ha logrado el departamento de Colonia en esta temporada tan particular. Lo destacan tanto desde el gobierno central como quienes trabajan en las empresas del departamento, y eso fue por una serie de acciones que se tomaron desde el primer momento”, advierte De Freitas.
Roque Baudean, director departamental de Turismo, explica algunas de las estrategias que se aplicaron para posicionar al departamento de Colonia este último verano: “Si hablás de temporada estival, la gente piensa en las playas de Canelones, Maldonado y Rocha. Por eso, trabajando con el sector privado y con otras direcciones de la intendencia, fuimos realizando acciones para hacer ruido, para que miraran hacia Colonia”.
“Tomamos medidas que llamaran la atención, como el descuento del peaje, que no les cambia la ecuación económica a los turistas pero resulta un llamador, capta la atención; también marcamos presencia en programas de televisión que se emiten desde Montevideo y realizamos una campaña de ocho spots, llamada 'Dale una vuelta al verano', que dio muy buenos resultados”, agregó.
Los logros conquistados fueron “muy positivos”, resalta Baudean. “Apuntamos al sector interno, que históricamente ha representado 10% de la ocupación hotelera. A fines de enero nos dimos cuenta de que crecimos 300% en la cantidad de uruguayos que se alojaron en Colonia. Igualmente, esa cantidad no alcanza para cubrir las necesidades de una infraestructura que fue concebida para recibir al turismo internacional”. “Con los resultados logrados en el verano, los números dejaron de ser críticos en algunos casos, pero hay muchos empleados que aún no retornaron al trabajo, también empresas que cerraron”, agrega De Freitas.
Ahora, con la campaña de vacunación contra la covid-19 en marcha, actores públicos y privados se animan a pronosticar que “el futuro será mejor que el pasado” en materia turística en el departamento.
Baudean apuesta a la llegada de los argentinos, aunque advierte que la actual situación cambiaria los perjudica a la hora de visitar Uruguay. “Los argentinos están mirando para Colonia. Este año fue muy especial, porque no pudimos compartir la temporada con los argentinos, a quienes tanto queremos y extrañamos. Es un momento difícil; la diferencia cambiaria es muy grande, por lo que no podemos pensar que habrá una masificación del turismo argentino”, señala el jerarca.
El director de Turismo de la Intendencia de Colonia estima que una vez que se abran las fronteras “no habrá la misma cantidad de frecuencias fluviales entre Colonia y Buenos Aires” que antes del inicio de la pandemia.
De Freitas añade que “a futuro tendremos puesto el foco en abrir las puertas al turismo extranjero, con especial interés en los brasileños, con un turismo gastronómico, apuntando al vino y a los maridajes que pueden hacerse con los diversos productos locales que son destacados a nivel internacional”.
“Debemos pensar en lo alternativo y cambiar el foco del Barrio Histórico de Colonia del Sacramento, que es algo hermoso y patrimonio histórico de la humanidad. Pero tenemos que buscar que los turistas permanezcan más días en el departamento de Colonia, y por eso apostaremos a las visitas a las bodegas, a los diferentes pueblos colonienses, a la gastronomía, a enseñarles a los visitantes que en un radio de 60 kilómetros contamos con los mejores productos de Sudamérica”, detalla.
Baudean, finalmente, destaca algunas enseñanzas que dejó la pandemia al sector turístico de Colonia: “dar valor al producto que tenés”, “que hubo un público cautivo durante mucho tiempo que Colonia no explotó debidamente”, “que es fundamental tener un inventario turístico completo del departamento” y que “debemos mirar para muchos mercados emisores”