Alicía Espíndola tiene 56 años y desde hace seis años conduce el Municipio de Carmelo. El año pasado fue reelecta alcaldesa de la ciudad. “He tenido el respaldo de la población, que ha visto mi trabajo, ha confiado en mí y me dieron la reelección. Antes, en 2010, cuando se implementaron los municipios hice una campaña de un mes y fui electa concejal”, comentó Espíndola a la diaria.

Espíndola tiene el oficio de repostera, que ejerció durante 20 años hasta que asumió como alcaldesa de su ciudad. Comenzó a militar en el Partido Nacional desde muy joven: “A los 18 años, y siempre he trabajado en las elecciones para ayudar a los candidatos que ha presentado mi sector, que lidera el intendente Carlos Moreira”.

“Ser mujer y política en un mundo muy machista no es fácil”, afirmó Espíndola. En su opinión, las “mayores diferencias” entre hombres y mujeres no están “en el ámbito de mi trabajo sino en la población, que dice: '¿Cómo una mujer va a estar metida en esos trabajos?' Y a veces son las propias mujeres quienes piensan de ese modo”.

La alcadesa de Carmelo se sube todos los días “al camioncito del municipio” para hacer los recorridos por la ciudad. “A veces no noto las diferencias entre hombres y mujeres, porque yo me siento a la par trabajando con funcionarios que son hombres; con los compañeros yo no siento esa sensación”.

Si bien hace referencia a las diferencias que existen entre hombres y mujeres para acceder a determinadas posiciones, Espíndola aclara que no es feminista. “Yo soy muy defensora de las mujeres, porque las mujeres podemos cumplir con todos los roles: trabajar, ser madres, hacer las tareas de la casa”, dijo.

A la hora de buscar referentes, la alcaldesa habla de su madre: “Yo tengo a mi madre como real referente, que ha sido una luchadora incansable, y que ha sido mi espejo, por todo lo que ha hecho y que sigue haciendo con 81 años. Mi madre todos los días va a trabajar a una reserva de fauna y se ocupa de darles de comer a los animales. Esa fuerza de voluntad es como un espejo donde debo mirarme para no entregarme frente a algunas situaciones que ocurren”.

¿Y cuáles han sido esas peripecias que ha debido atravesar a lo largo de estos años? “En el rol de mujer y de estar al frente de una ciudad nos han tocado desafíos muy grandes”.

Espíndola relató que en el período anterior “sufrimos las inundaciones de 2016 y la rotura del puente giratorio por el choque de unos barcos contra su estructura”. “Han sido momentos duros, donde hubo que tomar decisiones firmes, realizar múltiples tareas de coordinación con los funcionarios, con otras instituciones”, recuerda.

Para Espíndola, la pandemia provocó efectos similares a los causados por la crisis de 2002. “Ahora estamos frente a esta situación tan complicada que ha generado la pandemia, y frente a otras situaciones que han ocurrido y que fueron horribles, esto parece peor”.

La covid-19 generó un escenario “mucho más complejo, porque si bien es un tema de salud, que implica la responsabilidad de cada uno de nosotros, han fallecido muchas personas”. “Carmelo es la ciudad del departamento de Colonia que hoy presenta más casos positivos, lo que implica que muchos habitantes estén atravesando situaciones muy difíciles, ya sea porque ellos están transitando la enfermedad o porque la sufre alguno de sus familiares”, lamentó.

Espíndola también está preocupada por la situación económica que vive la ciudad: “Falta mucho trabajo, porque la pandemia afectó al sector turismo y servicios, en una ciudad donde siempre hubo muchos turistas. Nos preocupa la falta de trabajo, porque todos los días viene gente al municipio para tramitar ayudas especiales o para pedir fuentes de trabajo”.

De cara al invierno, el municipio carmelitano procura otorgar mayor asistencia a los tres comedores populares que funcionan en la ciudad. “Estamos en coordinación con los tres comedores locales, que, en total, entregan más de 200 viandas a la población, de día y de noche. El municipio y la población colaboran muchísimo con esos comedores, y ahora coordinamos con el Ministerio de Desarrollo Social [Mides] y la Dirección de Acción Social de la Intendencia para que lleguen los alimentos”.

Los comedores populares en Carmelo “surgieron antes de la pandemia; en principio ayudaban a mujeres solas con hijos y otras situaciones difíciles que existían en la ciudad. Ahora estamos hablando de que concurren más de 200 personas, y a esa ayuda hay que sumar las canastas que otorgan el Ministerio de Desarrollo Social [Mides] y Acción Social”.

Espíndola estimó que en Carmelo existen más de 600 familias que reciben mensualmente las prestaciones alimentarias del Mides. “Muchas personas pasando momentos muy difíciles, que es muy parecido a lo que ocurrió en la crisis de 2001–20002”.

Carmelo es la ciudad de Colonia con más tarjetas Mides, aseguró. “Esa población generalmente vive en zonas muy precarias, en asentamientos irregulares, y el municipio también colabora con materiales u otro tipo de ayuda cuando tienen problemas en sus viviendas. Tenemos muchos pedidos de ayuda”, añadió.

Mejorar la infraestructura

La alcaldesa de Carmelo apunta a buscar soluciones para la población que vive en “las partes más bajas de la ciudad, que se inundan con facilidad”. “Carmelo es una ciudad muy grande, que se ha extendido mucho, por suerte. Tenemos lugares muy bajos que cuando llueve mucho se inundan; hay que hacer trabajos para mejorar esos lugares”, comentó.

Espíndola también pretende instalar en este período “cordón y cuneta, así como caños y grandes canaletas para que salga el agua en dirección hacia el arroyo”.

“Obviamente también queremos embellecer a la ciudad, mejorar los espacios públicos. En poco tiempo tendremos el segundo puente de acceso sobre el arroyo Las Vacas, que mejorará mucho, porque no pasarán más los camiones por las calles angostas del centro de la ciudad”, agregó.

La jerarca anunció que van a tramitar la colocación de semáforos “en algún lugar muy conflictivo, donde ha habido muchos accidentes”. “Además, queremos trabajar en la limpieza de la ciudad y en temas de educación ambiental”, detalló.

Espíndola tiene una “excelente relación” con el intendente Carlos Moreira, con el secretario general, Guillermo Rodríguez, y con “todos los directores”. “Al igual que con el gobierno nacional, donde el diputado Mario Colman nos ayuda a conectarnos con los diferentes organismos públicos. Como alcaldesa vivimos una experiencia muy interesante, en una ciudad que es la segunda del departamento de Colonia, con 20.000 habitantes, y con una población muy pujante y participativa”, concluyó.