Este lunes, en Estocolmo, la capital de Suecia, falleció el cantante y compositor Ricardo Petrolero Collazo. Nació en 1944, en Juan Lacaze; inició su actividad artística en la década de 1960 y formó parte de una movida cultural local integrada, entre otros, por José Carbajal, Henry Hernández, Macario Pereyra, Roberto Guitarrón Cabrera y Alejandro Buscarons, entre otros. Ese grupo de jóvenes, además de actuar en diversos escenarios, tenía su banco de pruebas -como lo definiera Collazo- en el mítico rancho de Macario, un lugar que Carbajal inmortalizó en la canción “Pal' abrojal”.
En una entrevista publicada en 2009 en La Voz de la Arena, Collazo también hizo referencia a la importancia que tuvo para aquellos artistas la existencia de ese espacio. Collazo se radicó en Montevideo en 1968; ese año ganó el Festival Nacional de Folclore. En 1971 editó el disco Yo soy Ricardo Collazo y antes había grabado dos simples.
La militancia política transcurrió en paralelo al camino del artista; Collazo se definía como “folclorista político”. “Desde siempre tendí a identificarme con la lucha obrera, no solamente porque en mi casa eran todos obreros, sino porque además la que después fue mi compañera [Miriam Ansoleaga] era también obrera de la textil [Campomar y Soulas, en Juan Lacaze]. Fuimos viendo con algunos compañeros que no era solamente la lucha sindical, que además había que cuestionar el sistema y hacer otras cosas, porque no solamente nuestro país lo pedía y también nuestra gente”, dijo Collazo en la entrevista.
Collazo integró el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Fue detenido en 1972 y permaneció en el Penal de Libertad hasta 1980. A la salida de la cárcel se trasladó a Brasil, y desde allí viajó a Suecia, donde desarrolló su labor como artista y comunicador radial. En 1989 editó Canciones gringas. 20 años, en Uruguay, y en 2009 publicó en Suecia el álbum doble 40 años. El sueño de una utopía, con la colaboración de Mauricio Vigil.
Collazo retornó en varias oportunidades a Uruguay, y como suele ocurrir con aquellos que debieron exiliarse, también añoraba pasar más tiempo en su tierra natal, según manifestó a La Voz de la Arena: “Mi vida se va a desarrollar entre mis vueltas regulares al Uruguay y mi retorno a Suecia. Pero siempre la idea es que en algún momento vamos a poder lograr quedarnos definitivamente. Como me decía un amigo: '¿Vos no soñás con morir en este pueblo?”, y yo le dije: 'Claro que sí'”.
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