La fiscal de Rosario, Sandra Fleitas, asegura que sería apenas la primera pista de una organización internacional de estafadores que empieza a desarticularse con esta investigación judicial que empezó en 2018. La denuncia, de hecho, la presentó un abogado uruguayo cuyos clientes son personas damnificadas que viven en el extranjero. Hay personas estafadas en Tailandia, Alemania y Taiwán.

El esquema de la estafa en Uruguay lo lideraba un pastor evangélico, músico y coleccionista, oriundo de Juan Lacaze. Llevaba a cabo la maniobra desde dos locales de Abitab que maneja en esa ciudad, en complicidad con integrantes de su familia y hasta con un guardia de seguridad, al que le falsificó la licencia de porte de armas, en complicidad con un funcionario policial.

La maniobra consistía en crear dominios y páginas web de universidades inexistentes, desde donde ofrecían cursos a distancia que se avalaban con certificados, también falsos. El pastor y su familia adulteraban logos de universidades y en los certificados utilizaban sellos de Unesco apócrifos. También aseguraban que contaban con el aval del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. Vendían los títulos por 2.500 o 3.000 dólares. Se enviaban certificados apócrifos desde Montevideo a nombre de instituciones como la Universidad Panamericana (UPA), la Universidad San Juan de la Cruz o la Universidad Empresarial(UNEM).

Por estas maniobras la Justicia condenó este jueves a cinco personas, vinculadas entre sí por lazos familiares, por los delitos de asociación para delinquir, lavado de activos y estafa, y a otras dos por falsificación ideológica en relación al porte de armas, una parte de la investigación que incluye la participación de un funcionario policial, un comisario mayor de Identificación Civil, su esposa y una empresa que capacita a guardias de seguridad.

El pastor evangélico fue condenado a cuatro años y medio de prisión, con tres años de cumplimiento de prisión efectiva, y al resto de los integrantes a penas de entre 16 y 18 meses de prisión que pueden incluir libertad vigilada.

Se incautaron bienes por más de un millón de dólares, incluyendo tres padrones en el balneario Artilleros y en Juan Lacaze, dinero en cuentas bancarias, antigüedades que estaban en un “museo” que tenía en su residencia, y varios autos de alta gama.

Otros detalles de la formalización

El documento de formalización de Fleitas, al que accedió la diaria indica que la denuncia de los damnificados en el extranjero se presentó en febrero de 2018. La primera inspección a la casa del pastor evangélico y sus padres se concretó en mayo de ese año; en ese momento ya se incautó documentación falsa de las supuestas universidades denunciadas, una impresora y un teléfono celular. Días después hubo un nuevo allanamiento en los dos locales de Abitab -uno en el centro de Juan Lacaze, el otro en Villa Pancha-, en los que se incautaron dos computadoras, un disco duro extraíble, otros documentos falsos, certificados y una caja con varios pins de una de las universidades denunciadas.

En el celular del pastor se encontraron los primeros chats de mensajes de texto con un ciudadano alemán, que sirvieron luego para probar la estafa. Allí ambos “detallan en forma clara, minuciosa y precisa la maniobra, la puesta en escena y los engaños artificiosos que debían realizar para lograr captar a los damnificados”, que serían “eventuales estudiantes” de las universidades patrocinadas por los indagados, que cobraban “importantes sumas de dinero en dólares a cambio de entregarles certificados apócrifos”, puede leerse en el pedido de la Fiscalía.

Estas maniobras se concretaron en “reiteradas oportunidades”, y hay damnificados extranjeros y uruguayos. “Se pudo constatar del diálogo entre ambos partícipes que las maniobras artificiosas son realizadas por personas que se encuentran en otros países, quienes los orientaban al momento de organizar la maniobra”, agrega la fiscal. Los giros en dólares se realizaban mediante Western Union desde países como Tailandia, Alemania y Taiwán, y se cobraban en los dos locales de Abitab mediante una maniobra en la que participaban familiares del pastor, entre ellos su esposa y su padre.

“Según trabajo de campo efectuado por los investigadores se pudo determinar que las personas (...) declararon en sede administrativa que concurrieron en más de una oportunidad a los distintos Abitab del imputado a cobrar jubilaciones, así como giros enviados a nivel nacional, en pesos uruguayos, por lo que eran clientes de dichos locales comerciales”, explica la sentencia.

Sin embargo, estas seis personas de Juan Lacaze en ninguna oportunidad recibieron giros en dólares y ni siquiera conocían la existencia de Western Union, pero sus datos personales se utilizaron para cobrar transferencias MTCN (la sigla en inglés de “número de control de transferencia de dinero”) en el marco de esta maniobra.

“Efectuada la pericia del celular, fueron ubicados distintos mensajes de textos enviados por su esposo (el pastor y dueño de Abitab) en los cuales este le manifestaba que (la contraparte alemana) le había indicado que tenía que enviarle nuevos nombres de beneficiarios para poder enviar giros de dinero desde el exterior, a fin de no despertar sospechas, por tratarse siempre de las mismas personas que recibían sumas importantes en dólares, lo que podría despertar sospecha”, explica el documento.

Los bienes incautados

Los dos locales de Abitab están desde 2017 a nombre de la esposa del pastor, pero ambos figuran como titulares de varios padrones inmuebles, incluyendo un “museo” en el balneario Artilleros, cerca de Juan Lacaze, que en redes sociales se promociona como si contara con el “aval de Unesco”.

En la investigación, además, se constató que el líder de la banda ha comprado desde 2000 a la fecha diversos autos de alta gama, entre ellos un Audi A8, un Porsche, un Mercedes Benz, un Audi A3, una Chevrolet Captiva, un Lincoln Executive y un Jaguar, entre otros.

Todos estos bienes fueron incautados y también las cuentas bancarias del principal imputado. La Fiscalía estima que el valor total de los bienes incautados supera el millón de dólares y ahora quedarán a disposición de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft).

En un video que circuló en las últimas horas en redes sociales se ve al pastor mientras recorre su amplia residencia en el balneario Artilleros, lo que en la causa se conoce como “el museo”. En el video, de unos diez minutos, se pueden ver algunos de los vehículos de alta gama y también las diferentes colecciones, colocadas en sus respectivas vitrinas: soldados de plomo, animales de plomo, alcancías, monedas de plata, muñecos de Playmobil y también “mucha cosa de Disney”, según cuenta el pastor mientras recorre el lugar.