La detención por presuntos delitos contra la administración pública del alcalde Alfredo Sánchez, su esposa, sus dos hijos y su nuera no era una noticia cualquiera y conmocionó a la población de Florencio Sánchez este lunes. En el mismo operativo realizado por la Jefatura de Policía de Colonia fueron detenidas dos personas que trabajaban en ese municipio y un empresario de la construcción oriundo de Juan Lacaze.
Alfredo Sánchez, también conocido como El Sucio, representa el arquetipo del caudillo: con recursos públicos concedía favores a diestra y siniestra a cambio de fidelidades políticas. El propio Sánchez utilizó un eslogan muy elocuente para promocionarse en las últimas elecciones departamentales: “el hombre de las mil gauchadas”. Sánchez no generaba opiniones intermedias en su localidad: “Era querido o detestado por la gente”, resumió una locataria.
La detención del alcalde tampoco resulta sorpresiva para algunos. Todo parecía ser cuestión de tiempo y, sobre todo, de que alguien se animara a denunciarlo. “Desde hace mucho tiempo sabíamos que había denuncias contra el alcalde, y pensábamos que en algún momento esto se iba a aclarar”, dijo la concejala frenteamplista María Duarte a la diaria.
Duarte agregó que Sánchez “era amo y señor del pueblo, sin freno alguno”. “Era algo que ya no podía ser que continuara de este modo, más allá de los votos que haya tenido en las elecciones y de la autoridad que ahora estaba ejerciendo como alcalde”, agregó.
Más allá de que tiene más de 60 años, la carrera política del alcalde detenido no es muy extensa. Antes de ocupar su primer cargo político, Sánchez tenía un pequeño bar al que concurrían algunos locatarios para tomar unas copas y jugar al truco. Desde ese lugar, sin embargo, pudo tejer una red de contactos que le permitieron hacer base suficiente para presionar al gobierno departamental y conseguir favores para sus vecinos.
Así lo recuerda Walter Zimmer, el exintendente coloniense que en 2010 lo nombró coordinador de la zona noreste del departamento de Colonia. “Darle ese cargo fue una forma de que se quedara tranquilo y de que cumpliera una función que era necesaria para la intendencia, para controlar todas las obras que debían hacerse en esa zona, que tiene un área rural muy extensa”, recordó el exjefe comunal, en diálogo con la diaria.
Zimmer dijo que durante el tiempo que trabajó para su administración comunal “jamás pude ver que Sánchez anduviera en algo raro”. Sin embargo, admitió que los métodos usados por Sánchez para captar adhesiones resultaban “bastante prepotentes”. “Él sabía exactamente cuántos votos tenía en el pueblo, porque les daba el voto en la mano y los llevaba a votar personalmente. Conocía a cada uno de los 650 votantes” que le permitieron alcanzar el puesto de alcalde de Florencio Sánchez en la elección de 2015 y renovar luego ese mandato en 2020. En 2014 Sánchez abandonó el zimmerismo y se sumó a las filas del intendente Carlos Moreira, también nacionalista y enfrentado políticamente con su antecesor.
Antes de la última elección departamental, Zimmer volvió a encontrarse con Sánchez en esa localidad, ya como opositores en la disputa interna del nacionalismo. “Sánchez era el cacique del pueblo, un tipo atropellador que se mete en todos los barrios y corre a los dirigentes de otros sectores. Cuando volví a Florencio Sánchez él me perseguía para ver con quién me reunía y prepoteó a las personas que se habían reunido conmigo”, rememoró el exintendente.
“Era cierto que Sánchez era el hombre de las gauchadas, sin importar cómo las hacía. Tenía un número de votos determinado; él decía que esos votos eran suyos, porque eran de gente a la que le había hecho algún favor, gauchaditas, trámites que a la gente le cuesta hacer y él podía hacer con facilidad”, añadió.
La concejala Duarte está impactada con la situación que vive su localidad tras la detención de Sánchez; también lamenta que sus hijos hayan sido detenidos: “Ellos dos son buenas personas, pero su padre los manejó como quiso”. Aclaró que desde su rol de concejala “siempre” mantuvo un trato “muy respetuoso con Sánchez”. “Él aprobó varios proyectos que nosotros presentamos para hacer en el pueblo”, destacó. Las diferencias más profundas con Sánchez aparecían durante la campaña política porque “él te pasa por arriba y los votos trataba de conseguirlos de cualquier manera”, dijo Duarte. La concejala opositora concluyó que en Florencio Sánchez “hasta ahora siguió primando el caudillismo, era algo que parecía no tener freno”.