En 2021, y tras estar alejado de la actividad por 16 temporadas, Deportivo Colonia volvió a los torneos organizados por la Asociación Uruguaya de Fútbol. Para retomar esa senda, el club coloniense debió ordenar los papeles y ponerse al día con deudas originadas hace casi dos décadas. El impulso por retornar a las canchas lo pusieron personas vinculadas a la actividad futbolera de ese departamento, incluyendo a algún exjugador de fútbol como Charles Castro, quien asumió como presidente de la institución.

Este año, además de seguir participando en el torneo de la vieja C, o la actual Primera División Amateur, el equipo de casaca roja volverá a un feudo que le resulta por demás conocido: el estadio Miguel Campomar de Juan Lacaze.

Ese escenario, otrora orgullo de la localidad sabalera, en los últimos años ha mostrado signos de fuerte deterioro tanto en las gradas y vestuarios como en la cancha, más allá de los intermitentes esfuerzos por mejorarlo que han llevado adelante diversos actores. Esa crisis en la infraestructura fue ahondada por los reiterados robos de luminarias y cables que sufrió el estadio ubicado a pocos metros de la Cañada Blanco.

Ahora, de la mano de Deportivo Colonia, el viejo estadio desarrollado por el emblemático empresario textil Miguel Campomar -que no tuvo mucha timidez a la hora de otorgarle su nombre a ese escenario- comenzó a cambiar su cara, junto a la colaboración del municipio local encabezado por Arturo Bentancor, otro conocido hombre del fútbol sabalero.

En ese marco, el fin de semana pasado el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, recorrió las instalaciones de ese estadio. En esa visita, Alonso dijo que la asociación podrá colaborar con el desarrollo de esa infraestructura que está siendo remozada. “Estamos analizando de qué modo colaborar”, dijo Alonso. Comentó que la AUF cuenta con una “línea de apoyo a la infraestructura”, “para pequeños proyectos”, que aporta “algunos elementos que formaron parte del estadio Centenario antes de la reforma realizada el pasado año”.