El lunes los diferentes gremios que forman parte de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (Foica) aprobaron la realización de un paro general el viernes 6, en apoyo a la situación que atraviesan los trabajadores del matadero de la empresa Rondatel, en Rosario, que cerró hace siete meses tras ser sancionado por el gobierno de China por haber hecho un envío irregular de mercadería.
Con esta medida de fuerza el sindicato pretende que el presidente Luis Lacalle Pou conceda una entrevista a los trabajadores del frigorífico pichonero, quienes están en el seguro de desempleo desde el año pasado.
“Hemos tratado por diferentes medios formales e informales ser recibidos por autoridades del Poder Ejecutivo sin resultado positivo” y “nos encontramos en la necesidad de trasmitir la gran preocupación e incertidumbre que genera esta situación que va camino a un año sin avances”, así como de “los perjuicios causados a los trabajadores y a la ciudad de Rosario”, señala el comunicado emitido por esa federación.
Además de la paralización de los diferentes frigoríficos por 24 horas, los gremios del sector aprobaron hacer una concentración el viernes 6, a las 10.00, en la plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva.
Sin atender
A mediados de marzo la Foica hizo un pedido formal de entrevista al presidente, que todavía no ha sido contestado. El dirigente sindical Martín Cardozo dijo a la diaria que la medida de fuerza podría ser levantada en caso de que “el presidente finalmente se comprometa a recibir a los trabajadores” de la empresa Rondatel.
“Nosotros sabemos que las sanciones que aplica China a las industrias frigoríficas llevan tiempo, pero no sabíamos que en este caso iba a llevar tanto”, dijo Cardozo, y agregó que esa situación “ha generado mucha incertidumbre entre los compañeros”.
El dirigente recordó que el país asiático previamente sancionó “por problemas parecidos” a los frigoríficos Carrasco y BPU, y que “esas sanciones se extendieron por tres y cuatro meses”. “Nosotros razonamos que debido a que el matadero de Rosario es una empresa chica no se ejerce tanta presión” por parte de otros actores que forman parte de ese sector hacia el gobierno para lograr su reapertura.
Para Cardozo, el gobierno “no le ha dado mucha importancia a esta situación”, a pesar del impacto que ha generado el cierre “tanto para los trabajadores afectados como para Rosario”.
El dirigente cárnico recordó que en las últimas semanas el presidente Lacalle Pou y otros integrantes del Ejecutivo estuvieron en el departamento de Colonia “y no fueron capaces de atender al menos cinco minutos a los trabajadores” del frigorífico rosarino. “No ha habido empatía hasta el momento con la situación que afecta a estos 350 trabajadores”, lamentó Cardozo.