Una multitudinaria movilización se realizó este lunes por la noche en Rosario, en el departamento de Colonia, en reclamo de justicia, tras la decisión de formalizar sin prisión preventiva al edil nacionalista Héctor Curutchet, responsable de un trágico siniestro de tránsito ocurrido el 9 de setiembre y que les cobró la vida de dos personas y dejó lesionadas a otras tantas.
Curutchet fue imputado por dos delitos de homicidio y otros dos de lesiones a título de dolo eventual, pero la jueza Inés Núñez dispuso una medida cautelar de prisión domiciliaria con uso de tobillera por 180 días, con permiso para salir a trabajar, algo que no fue bien recibido en la población coloniense.
La marcha realizada en Rosario fue promovida por familiares y amigos de Alejandra Saavedra, funcionaria policial fallecida en un centro hospitalario horas después del siniestro.
A las 19.30, centenares de rosarinos se congregaron frente a la seccional policial segunda –donde se desempeñaba Saavedra– para iniciar una marcha que finalizaría frente a la sede del juzgado letrado de Rosario. Al frente de la peregrinación, familiares de Saavedra portaban la pancarta con la leyenda “Justicia por Alejandra: deber de todos”.
Al finalizar el recorrido, un hermano de Alejandra agradeció “el apoyo de toda la gente” y pidió “justicia”. La asistencia, que permanecía en silencio, retribuyó un aplauso cerrado que duró algunos minutos.
Decenas de niños, junto a sus padres, y adolescentes también acompañaron a los familiares de Alejandra en esa movilización, dado que la mujer, además, se desempeñaba como directora técnica del equipo femenino de fútbol de Rosario Atlético.
La incidencia de la marcha
Santiago Dávila, abogado de las familias de las víctimas del siniestro de tránsito protagonizado por Curutchet, acompañó la marcha y en diálogo con medios locales comentó que las familias organizaron esta movilización espontáneamente “desde el dolor y la esperanza” de que la sentencia sea ajustada a derecho y “que se apliquen las máximas penas aplicables a este tipo delictivo”.
“No sé si este movimiento y el reclamo podrán incidir en el resultado final” del proceso judicial, advirtió Dávila, pero “al menos, no deja de hacer ver que realmente hay una multitud de gente que quiere que se haga justicia”.
En relación con la medida preventiva aplicada por la Justicia en este caso, Dávila comentó que “es imposible quedar conforme cuando se pierde a un ser querido y la persona que lo mató puede andar por la calle”.
Además, el abogado comentó que la jueza Núñez formalizó a Curutchet por dos delitos de homicidio y otros de lesiones graves y leves a título de dolo eventual, y si al momento de dictar sentencia “ella entienda que efectivamente hubo dolo eventual podría aplicar una pena de hasta 12 años de prisión”.
En tanto, si la jueza optara por condenar a Curutchet por doble homicidio y lesiones culpable, el Código Penal “establece un mínimo de seis meses hasta un máximo de ocho años de penitenciaría”. En el caso del homicidio en grado de culpable, “el máximo de prisión se justifica cuando del resultado del ilícito surge más de un muerto, o un muerto y la lesión de varios”. En ese marco, Dávila opinó que una “condena de ocho años” de prisión para Curutchet sería un fallo salomónico”.