Marcelo López es ingeniero en sistemas, tiene 43 años, es oriundo de Carmelo y hace cinco años decidió radicarse en Colonia del Sacramento. En tanto, Ángel Ghiazza es un ingeniero en alimentos de 36 años, nacido en Argentina, que se radicó en la misma ciudad hace un par de años tras aceptar una oportunidad laboral en una reconocida empresa de alimentos que funciona en el departamento de Colonia.
Aparte de las inquietudes propias de sus respectivas profesiones, hace algunos años Marcelo y Ángel se volvieron “fanáticos” del gin tonic y comenzaron a experimentar, cada uno por su lado, con la elaboración de diversas recetas de ese destilado.
Ambos habían montado pequeñas destilerías en sus espacios domésticos y, satisfechos con los resultados obtenidos, tras haber probado decenas de recetas, apuntaban a multiplicar las producciones. Incluso, Marcelo, ávido por mejorar sus conocimientos sobre el tema, hizo un curso en Países Bajos.
Los proyectos individuales de estos amantes del gin confluyeron en 2022 gracias a la intermediación de un amigo de Marcelo, quien estaba al tanto del interés de Ángel por montar una destilería en Colonia del Sacramento.
A partir de ese momento, ambos emprendedores comenzaron a hablar de las preferencias y las distintas recetas que habían elaborado hasta entonces y descubrieron que compartían un criterio similar sobre el gusto que debería tener el gin que empezarían a fabricar. “Antes de conocernos, cada uno había compartido distintas recetas con nuestros amigos y familiares, y estábamos contentos con los resultados que habíamos obtenido”, comentó Marcelo a la diaria.
Así, en marzo del año pasado nació la destilería Sur 34 –en referencia a la latitud en la que se encuentra Colonia del Sacramento–, cuyas primeras elaboraciones se hicieron en la fábrica de cerveza artesanal Maltik, que funciona en esa ciudad.
En noviembre de 2022, Marcelo y Ángel resolvieron invertir cerca de 300.000 dólares en la creación de una destilería propia y construyeron un edificio de dos plantas en la calle Juan Carlos Onetti, a pocos metros de la Plaza de Toros del Real de San Carlos. Además de contar con la infraestructura propia de una destilería –que fue importada desde Países Bajos–, allí, en poco tiempo más, funcionará un espacio para eventos, degustaciones y charlas sobre la elaboración de gin.
En poco tiempo de trabajo, Sur 34 ha logrado producir un gin de calidad premium que ya ha sido reconocido en certámenes internacionales. “Es un proceso complejo llegar a un nuevo producto”, aclara Ángel, y detalla que “un buen gin debe tener buen alcohol base, de grado alimentario, que es producto de la fermentación de granos”, a lo cual se suma “la magia de los botánicos” con los cuales se prepara una infusión que le dará el gusto particular a esa bebida. “La base del gin es el enebro, que importamos de Macedonia y que se combina con otros elementos, como el coriandro, la manzanilla, la pimienta Sichuan, la canela, el anís y las mandarinas”, entre otros, detalla Marcelo.
A diferencia de los gines industriales, Sur 34 no tiene cardamomo, “porque es muy fuerte y termina anulando el gusto de los otros botánicos”. “Un buen gin funciona como un ecualizador, donde tenés que ajustar muy bien las perillas de los distintos sabores, y el cardamomo resulta demasiado invasivo”, ilustra Ángel.
Además, “los alambiques de nuestra destilería son de acero inoxidable, que, además de no dejar residuos ni contaminantes en la bebida, tienen una alta eficiencia energética”, destacó Marcelo.
Sur 34 se encuentra a la venta en locales gastronómicos de Colonia del Sacramento y Montevideo, y sus productores apuntan a venderlo en el extranjero en poco tiempo. “Hemos tenido una respuesta espectacular por parte del público, y pretendemos aumentar la capacidad de producción en una próxima etapa del proyecto”, comentaron. “Actualmente producimos 1.000 litros por mes, pero la idea es escalar hasta los 10.000 litros mensuales una vez que empecemos a exportar”, añadieron.
A la hora de hacer recomendaciones, Ángel y Marcelo coinciden en que el gin y la tónica se sirven en proporción de 1 y 3, respectivamente, con mucho hielo. “Preferentemente la tónica debe ser con azúcar, porque las variantes sin azúcar tienen productos químicos que alteran el sabor del gin”, advierten los especialistas. “Igualmente, nuestro gin puede tomarse solo, sin tónica, porque es una bebida muy sabrosa”, aseguraron.