En 2009 Plaza de Nueva Helvecia no pasaba por un buen momento y se realizaban pocas actividades en el club. Algunos padres, junto a un profesor de básquetbol, mantenían las instalaciones como podían. En agosto de ese año la institución cumplía 75 años y fue una buena excusa para que personas vinculadas desde siempre al club se juntaran para festejar y pensar en el futuro.
De esa manera, hijos de anteriores directivos “nos juntamos, comenzamos un proceso de reestructura y conformamos una nueva comisión directiva, que hasta el día de hoy sigue trabajando”, explicó, en diálogo con la diaria, Facundo Chavarría, tesorero del club.
Chavarría es hijo de un viejo directivo del club que, por más de 30 años, estuvo vinculado a la institución. “Esto es algo generacional”, explicó, y agregó que “hoy mis hijos, como lo hice yo y mis hermanas hace 20 años, pasan las tardes en el gimnasio y cuidan al club tanto o más que uno”. Como en el caso de Chavarría, la mayoría de los 15 padres que integran la comisión directiva tienen hijos practicando básquetbol o vóleibol. “Es una historia sin terminar que de alguna manera demuestra el sentido de pertenencia que tiene la institución y lo arraigado que está el club en la ciudad”, añadió el directivo.
La presidenta de la institución es María Emilia Naviliat, que, junto a Ana Huber, “comandan el vóleibol del club y determinan los lineamientos de trabajo en esta disciplina”.
Plaza de Nueva Helvecia destina los recursos económicos y días de entrenamiento en igual cantidad para los dos deportes. “Si bien el básquet es nuestro deporte de cabecera y es como reconocen a nuestro club, el vóleibol ha tomado mucha fuerza en estos últimos años”, explicó Chavarría.
Hoy Plaza de Nueva Helvecia cuenta con más de 300 niños y adolescentes que practican ambas disciplinas. “La mayor cantidad de jóvenes son de la ciudad, pero recibimos muchísimas personas que vienen de otras localidades, logrando que el club sea regional y no sólo local”, dijo.
Las semanas están cargadas de actividades. La práctica de básquet y vóleibol, en todas sus categorías, se dividen las horas y los días en el gimnasio. Desde la pandemia por covid-19 “el club mejoró mucho administrativamente y nos obligó a ser más profesionales”, comentó Chavarría, dado que “tuvimos que ser muy estrictos, en aquel momento, para saber cuánta gente realizaba actividades y pagaba su cuota mensual”.
En efecto, con este “boom de actividades que tenemos”, parte de la comisión directiva está trabajando “para acercarnos a una fusión con el Helvético Athletic Club”, una institución “de muchos años en la localidad”, que tiene poca actividad pero cuenta con un espacio físico “que nos permitiría rearmar una cancha auxiliar y tener más horarios disponibles”.
El objetivo principal de la institución es que “el club esté completo de niños y adolescentes haciendo deportes, porque es de ellos”, afirmó el directivo. El trabajo que se realiza es “muy serio y prolijo”, con todo “nuestro esfuerzo y con las ganas de que todo siga bien”.
Plaza de Nueva Helvecia cuenta con más de 400 socios, una cantina que trabaja diariamente, un gimnasio con piso flotante, “único en el departamento”, los profesores “cobran su sueldo el primer día del mes” y muchas personas “circulan diariamente por las instalaciones del club”. No obstante, Chavarría reconoce que “nuestro trabajo, que es honorario, se hace con muchas ganas y sacrificio por el amor que le tenemos al club, pero es cansador, porque la demanda es cada día más”.
Consultado acerca de la “competencia local” con otras instituciones, Chavarría explicó que “no tenemos un rival directo en la ciudad”, por lo tanto, los niños que realizan actividades de fútbol tanto en Artesano como en Nacional, “que son clubes muy grandes en la localidad”, después “vienen a Plaza a hacer otros deportes”. “Somos el club del pueblo”, afirmó.
El básquet como bandera
El año pasado, Plaza volvió a competir en la Liga Uruguaya de Básquetbol en las categorías de formativas, que comprenden desde los 11 hasta los 21 años. “Retomamos algo que ya habíamos hecho muchas veces”, contó Chavarría. “Es un trabajo muy grande el que se hace. Cuando viajamos a Montevideo, que es bastante seguido, vamos con 80 gurises”, agregó. El presupuesto “es altísimo, y el trabajo constante”.
Chavarría expresó que “mantenerlo en el tiempo es difícil”, porque la competencia en Montevideo es “extremadamente costosa”, pero por ahora “es posible”.
En 2022 “resolvimos volver a la liga viendo que el torneo de Colonia estaba desprolijo y no estaba siendo satisfactorio, a nuestro juicio”. Ese año “participamos en ambos campeonatos, pero en 2023 resolvimos participar sólo en la liga uruguaya”, agregó.
Los padres “han trabajado muchísimo” para poder participar en la liga, afirmó el directivo. “Uno precisa de la ayuda de ellos para que estos proyectos puedan subsistir y que los niños puedan participar”.
Por resolución de la Liga Uruguaya de Básquetbol, en los partidos de formativas no se puede cobrar entradas, por lo tanto, “brindamos un bono colaboración para poder recaudar y cubrir tanto los viajes a la capital como el costo de los jueces los fines de semana que jugamos de local, que son muy altos”, concluyó Chavarría.