Los fuertes vientos que arreciaron la costa del departamento de Colonia a mediados de diciembre pasado provocaron la caída de innumerables árboles, lo que trajó aparejado las muertes de un niño en el balneario Santa Regina y de un joven en Rosario.

En la costa central del territorio coloniense se encuentran los balnearios Santa Ana y El Ensueño, caracterizados por sus numerosos y frondosos espacios de bosque. En esos lugares, en el último temporal que sufrió Colonia hubo grandes destrozos en la flora.

La Asociación Amigos del Bosque despliega sus actividades de protección del arbolado en ambos balnearios. Mauro López, integrante de esa organización, dijo a la diaria que los árboles caídos en esa zona representan los efectos de las prácticas de tala indiscriminada que se desarrollan desde “hace muchos años” en esos balnearios. “La mayoría de los árboles cayeron en zonas de podas reiteradas e indiscriminadas”, aseguró, y agregó que “los árboles se mueven en conjunto y amortiguan el peso de la fuerza del viento sobre el tronco y sus puntos débiles”. Esa situación “no puede darse cuando los árboles tienen su copa mutilada y están lejos de otros ejemplares”. Según López, “donde estaban todos los árboles que debían estar, casi no hubo caídas”.

El integrante de Amigos del Bosque dijo que la tala de árboles en los balnearios “está prohibida por la ley” y que en el territorio coloniense “solamente es posible hacerlo con permiso escrito” emitido por la comuna de ese departamento.

López dijo que esa organización ha efectuado numerosos pedidos a la Intendencia de Colonia para que evite el corte y la mutilación de árboles, pero que “hasta el momento no hemos tenido respuestas positivas”. “Hemos hecho montón de denuncias y pedidos para evitar la tala, para que cada persona que necesite retirar un árbol lo haga con el pedido correspondiente”. Según López, la comuna coloniense “evade su responsabilidad diciendo que en Santa Ana y El Ensueño la organización Amigos del Bosque no lo permite”, cuando “la correcta gestión del arbolado es responsabilidad de la Intendencia de Colonia”. “Los funcionarios de la Intendencia de Colonia debería recibir los pedidos, realizar una inspección sobre el terreno con personal capacitado para evaluar la solicitud, y extender o no el permiso con la correspondiente orden de reposición de los ejemplares que se retiren”, dijo López. Además, el ambientalista sostuvo que la comuna también debería controlar que “se retiren los ejemplares aprobados y no que se talen padrones enteros como sigue sucediendo ”.